La situación en Bolivia se ha intensificado con la movilización de los sectores evistas del Movimiento Al Socialismo (MAS), quienes han llevado a cabo un décimo día de bloqueos en varias rutas del país, afectando significativamente a pasajeros y productores. Hasta la noche del 22 de octubre, se reportaron 21 piquetes de bloqueo, con Oruro, Potosí y Cochabamba como las regiones más impactadas. En particular, Cochabamba ha sido el epicentro de estas protestas, que han sido declaradas indefinidas por sus organizadores.
El dirigente campesino Ponciano Santos advirtió que no se levantarán los bloqueos hasta que el gobierno aborde de manera efectiva los conflictos económicos, políticos y sociales que han llevado a estas movilizaciones. Además, hizo énfasis en que la protesta está siendo atacada de manera violenta, insinuando que las fuerzas del orden buscan desmantelar el movimiento.
A partir de la medianoche del 23 de octubre, se planea establecer un nuevo piquete en Santa Cruz, específicamente en la ruta entre Santa Cruz y Cochabamba, en el municipio de Yapacaní. Los manifestantes han exigido la anulación del proceso penal contra Evo Morales por presuntos delitos de trata y tráfico de personas, así como su habilitación para las elecciones generales de 2025. Otras demandas incluyen la resolución de problemas económicos que afectan a la población.
En respuesta a estas movilizaciones, el presidente Luis Arce afirmó que ningún bloqueo protegerá a quienes cometen delitos, especialmente contra mujeres y niños. Además, subrayó su compromiso de desbloquear las vías, argumentando que la población lo demanda. Arce también criticó que las acciones de bloqueos estén causando daños económicos al país.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, se pronunció sobre la situación al afirmar que no se tolerarán grupos armados en los bloqueos, haciendo referencia a incidentes en los que individuos exhibieron armas durante las protestas. A pesar de que se han levantado siete puntos de bloqueo y se han liberado vehículos cisternas con combustible, la situación sigue siendo preocupante para los transportistas y el sector productivo, que enfrentan escasez de recursos y demoras en las rutas.
Además, en La Paz, la Federación de Transporte Chuquiago Marka y otros choferes decidieron continuar con su paro tras considerar que el diálogo con el gobierno no ha sido serio. Este sector también enfrenta problemas de falta de combustible, llevando a largas filas en las estaciones de servicio y afectando las horas laborales de los trabajadores.
