El ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, anunció este domingo que la Cámara Boliviana de Transporte no procederá con el bloqueo de carreteras, tras la reunión sostenida con el presidente Luis Arce.
A pesar de la suspensión de las movilizaciones, los dirigentes de la Cámara Boliviana de Transporte expresaron su descontento con los resultados de la reunión y mantienen su estado de emergencia. Cabe destacar que no se firmó ningún documento ni acta de acuerdo.
“No va a haber ningún bloqueo, eso es lo que han comprometido los hermanos transportistas”, declaró Montaño en una breve conferencia de prensa en el edificio del Órgano Ejecutivo. Montaño estuvo acompañado por otros funcionarios del Ejecutivo, pero el comunicado fue emitido únicamente por él.
Momentos antes, los dirigentes de la Cámara Boliviana de Transporte salieron del edificio de Gobierno mostrando su insatisfacción debido a que la reunión con el presidente Arce no produjo los resultados esperados. Han decidido suspender temporalmente sus medidas de presión y han aceptado la petición del Gobierno de concederles tiempo para abordar sus demandas, salvo la destitución del ministro Montaño y de los presidentes interinos de la Aduana y de Impuestos, Karina Serrudo y Mario Cazón, solicitud que no fue considerada por Arce.
“No se ha llegado a ninguna conclusión, mañana no hay bloqueo, pero sí estamos en emergencia compañeros”, afirmó Héctor Mercado, presidente de la Cámara Boliviana de Transporte, al salir del edificio de Gobierno.
El descontento de la Cámara de Transporte Pesado quedó evidenciado por la ausencia de la firma de un acuerdo. El anuncio de la suspensión de movilizaciones fue realizado exclusivamente por Montaño, sin la habitual sesión de fotos con Arce, a diferencia de la reunión anterior con los transportistas cooperativizados, donde se aseguró que el Gobierno atendió todas sus demandas.
Mercado informó que el Gobierno solicitó al sector un plazo para resolver el desabastecimiento de combustibles y de dólares, entre otras demandas, razón por la cual mantienen el estado de emergencia.
“El Gobierno ha pedido un tiempo para solucionar el tema combustible, el tema de los dólares, Aduana, Impuestos Internos y toda la problemática del transporte pesado, porque no nos han aceptado el pedido de renuncia de ninguna de las dos partes (Aduana e Impuestos)”, explicó Mercado.
Este plazo mencionado por Mercado es de 90 días o tres meses, durante los cuales el sector podrá presentar otras demandas, según Montaño.
“En 90 días nuevamente nos vamos a reunir para analizar los avances y añadir otros temas más”, señaló el funcionario del Ejecutivo.
La reunión con el presidente Luis Arce y los dirigentes de la Cámara Boliviana de Transporte tuvo una duración de aproximadamente cuatro horas y se llevó a cabo en la Casa Grande del Pueblo.