El bioparque ubicado en la zona norte de Santa Cruz se convirtió en escenario de tragedia cuando un hombre perdió la vida tras ser atacado por un jaguar. La Fiscalía realizó una exhaustiva inspección del lugar, concluyendo que las puertas que conectan hacia el área de los jaguares fueron dejadas abiertas, presuntamente por la misma persona fallecida.
Según la fiscal Rosmery Barrientos, encargada del caso, el trabajador, identificado como Carlos Castrillo, llevaba ocho años en el bioparque y era el único familiarizado con todos los ambientes y los protocolos de seguridad. Trágicamente, mientras realizaba labores de limpieza, no cerró adecuadamente las puertas, permitiendo que el jaguar saliera de su área y atacara mortalmente a Castrillo. Además de la víctima humana, el jaguar también mató a una llama durante el incidente.
Barrientos detalló que las cuatro puertas en el pasillo hacia las jaulas de los jaguares no mostraban daños y tenían picaportes funcionales. Subrayó que al momento del ataque, la puerta principal del espacio grande estaba abierta, facilitando el acceso del animal hacia donde se encontraba el trabajador.
Durante el ataque, Castrillo fue arrastrado unos 150 metros mientras intentaba defenderse con un palo de escoba. La escena, según la fiscal, mostraba claros signos de la lucha desesperada de la víctima por salvar su vida, con evidencia de sangre en varias áreas, incluyendo el baño público donde finalmente el jaguar fue contenido.
En cuanto al proceso legal, Barrientos enfatizó que están en una etapa de análisis para determinar si se abre un caso penal o no. Aclaró que no se puede adelantar si hubo error o negligencia por parte de alguien hasta que se recopilen todos los elementos y se realice una evaluación completa de la situación.
Finalmente, la fiscal aseguró que el bioparque cuenta con todos los permisos legales para albergar especies silvestres rescatadas, dejando en claro que la continuidad de su funcionamiento no está en cuestión dentro de la competencia de la Fiscalía.