La crisis energética en Bolivia ha alcanzado un nuevo capítulo con la llegada de varios buques petroleros rusos al puerto chileno de Arica. Estos barcos, cargados con diésel, tienen como objetivo aliviar el desabastecimiento que enfrenta el país debido a problemas logísticos en la región.
Uno de los buques, el Zeynep, proveniente de Rusia, ya se encuentra en aguas chilenas a la espera de condiciones climáticas favorables para descargar su carga. Según el sitio de seguimiento MarineTraffic, otros dos petroleros, el Seaways Galle y el Byzantion, también están en la zona. Esta decisión de recurrir al mercado ruso se produce en un contexto de sanciones internacionales a Moscú y la búsqueda de nuevos mercados por parte de Rusia. Bolivia, por su parte, busca diversificar sus proveedores de energía ante las dificultades para importar combustibles por vías tradicionales.
La nave Zeynep tiene 184 metros de eslora, 27 metros de manga y está cargada con 33 mil toneladas métricas de diésel, según información de Reuters basada en datos del London Stock Exchange Group (LSEG). Gabriela Delgadillo, gerente de Productos Derivados de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), afirmó que cuentan con tres navíos a la espera de poder desembarcar combustibles en Arica. Además del Zeynep, las otras dos naves son los petroleros Seaways Galle y Byzantion. El Seaways Galle arribó procedente de Houston, Estados Unidos, mientras que el Byzantion no cuenta con registros vinculados a Rusia.
Por otra parte, se informó en portalportal.com que otro petrolero, el Sino Feith, se dirige a Chile con carga rusa para el mercado boliviano. Este buque embarcó 42 mil toneladas de diésel en el puerto báltico de Vysotsk, Rusia, y en su trayecto descargó parte de su carga en Paranaguá, Brasil, antes de zarpar rumbo a Arica. El último registro de movimiento del Sino Feith en MarineTraffic lo sitúa en aguas de la Región de Los Lagos, con rumbo hacia el norte de Chile, y se estima que llegará a Arica el domingo 28 de julio.
La llegada de estos buques rusos se da en un momento crítico para Bolivia, que atraviesa un periodo de desabastecimiento de combustibles atribuido a problemas logísticos tanto en el puerto chileno de Arica, debido a la presencia de oleaje, como en la hidrovía Paraguay-Paraná, por los bajos niveles de agua. Sin embargo, la situación no está exenta de polémica. A pesar de los anuncios oficiales sobre la llegada de cargamentos rusos, han surgido discrepancias entre diferentes autoridades bolivianas sobre la existencia de un acuerdo formal con Rusia para la compra de petróleo.
Hace un mes, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, negó la existencia de un acuerdo con Rusia para la compra de crudo y descartó que un buque con diésel hubiera llegado a puertos chilenos con combustible para el mercado boliviano, como informaron diversos medios. No obstante, la llegada de estos petroleros rusos representa una esperanza para aliviar la crisis energética en Bolivia, donde ya se observan filas de vehículos en varias ciudades del país.
