Las remesas enviadas a Bolivia han experimentado una disminución significativa en los primeros cinco meses de 2024, según los datos publicados por el Banco Central de Bolivia (BCB). Entre enero y mayo de este año, las remesas alcanzaron un total de $us 550,71 millones, lo que representa una caída del 8,5% en comparación con los $us 601,96 millones registrados durante el mismo período en 2023.
Uno de los factores clave que explican esta disminución es la reducción en los recursos enviados desde países como Chile y Estados Unidos. En particular, las remesas provenientes de Chile han sufrido una caída alarmante del 32%, pasando de $us 147,72 millones en 2023 a $us 100,40 millones en 2024. Asimismo, los fondos enviados desde Estados Unidos han disminuido en un 8,1%, de $us 119,93 millones a $us 110,22 millones. Esta baja en las remesas ocurre en un contexto económico difícil para Bolivia, que enfrenta una persistente escasez de dólares desde febrero de 2023. Esta falta de liquidez ha dado lugar a la aparición de un mercado paralelo de divisas, que agrava aún más la situación.
Las remesas, que provienen de migrantes bolivianos residentes en países como España, Chile, Estados Unidos, Brasil y Argentina, constituyen una fuente crucial de divisas para Bolivia. Junto con las exportaciones, el turismo, las inversiones extranjeras y los créditos externos, las remesas son fundamentales para sostener la economía del país.
Además, la actual crisis de liquidez en Bolivia se ha visto agravada por la paralización de más de una decena de créditos en la Asamblea Legislativa, que suman un total de $us 1.000 millones. Estos créditos podrían aliviar la presión sobre la escasez de divisas, pero su bloqueo ha dejado al país en una situación de vulnerabilidad económica.
La caída en las remesas es aún más preocupante si se compara con los registros de años anteriores. Entre enero y mayo de 2021, las remesas familiares alcanzaron los $us 568,26 millones, cifra que aumentó a $us 611,11 millones en 2022, antes de descender levemente a $us 601,96 millones en 2023. Sin embargo, el descenso de este año marca una tendencia negativa que podría tener repercusiones en la economía nacional.
A pesar de la caída general, las remesas provenientes de España y Argentina han mostrado un ligero aumento, con incrementos del 4,7% y 10,1%, respectivamente. Estos incrementos, aunque positivos, no han sido suficientes para contrarrestar la disminución generalizada de las remesas enviadas desde otros países.