Marco Andrés Zelaya Villa, acusado del secuestro del empresario brasileño Marcos Ferreira, fue enviado a la cárcel de Palmasola por un período de 180 días, según la determinación del juez durante la audiencia realizada el sábado 24 de agosto. Zelaya fue aprehendido tres días antes, el 21 de agosto, en un residencial de la zona de la Villa Primero de Mayo, en la ciudad de Santa Cruz, tras haber estado en la clandestinidad.
Durante la audiencia, Zelaya insistió en su inocencia, negando cualquier participación en el secuestro de Ferreira, cuyo paradero sigue siendo desconocido desde el pasado 28 de junio. En su declaración, Zelaya afirmó que ni él ni su esposa están involucrados en el delito, y señaló que no conocía personalmente al empresario secuestrado, aunque admitió conocer a su hijo Felipe, a quien veía ocasionalmente cuando lo recogía de la escuela.
Zelaya expresó que nunca había estado involucrado en casos de secuestro ni había fingido ser un oficial utilizando chalecos o indumentarias policiales, como se le acusa. Además, recordó que su pasado delictivo, por el cual había sido señalado anteriormente, había sido dejado atrás y que desde entonces intentaba llevar una vida alejada de actividades ilícitas. Sin embargo, afirmó que su pasado no había sido olvidado por la Policía, lo que, según él, lo había convertido en blanco de extorsión por parte de algunos oficiales.
El 21 de agosto, día de su captura, Zelaya reiteró ante los medios de comunicación que no estaba implicado en el secuestro y que su detención era injusta. Durante la audiencia, también mencionó que recientemente había sido sometido a una cirugía, lo que, según él, dificultaría su capacidad para participar en un secuestro, argumentando que no podría alzar a una persona debido a su estado de salud.
A pesar de las declaraciones de Zelaya, las pruebas presentadas por el Ministerio Público y las investigaciones realizadas por la Policía fueron suficientes para que la justicia ordenara su detención preventiva. Las autoridades policiales consideran que el secuestro de Ferreira podría estar relacionado con una supuesta deuda, y creen que el objetivo era presionar al empresario para que realizara un pago.
Mientras continúan las investigaciones, Zelaya permanecerá en la cárcel de Palmasola, donde cumplirá los 180 días de detención preventiva mientras se esclarecen los hechos y se determina su responsabilidad en el caso.
