La Central Obrera Boliviana (COB), liderada por Juan Carlos Huarachi, ha convocado a una marcha de sus afiliados para este martes en la ciudad de La Paz, en respuesta a un reciente intento de toma de las oficinas de la organización por parte de sectores afines a Evo Morales del pacto de unidad. Huarachi, en una conferencia de prensa, advirtió que la marcha culminará con una toma física de la Asamblea Legislativa y planteó que, si los legisladores no están dispuestos a trabajar, deberían asumir sus suplentes o, en su defecto, cerrar el Parlamento.
La tensión se intensificó tras el asalto a las instalaciones de la COB por parte de un grupo de dirigentes evistas, quienes amenazaron a Huarachi con sacarlo «a patadas» si no convocaba a un congreso para elegir un nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Huarachi, quien asumió el liderazgo de la COB en enero de 2018, ha enfrentado constantes cuestionamientos sobre su permanencia en el cargo.
Mientras tanto, el Gobierno, bajo la administración de Luis Arce, está presionando por la aprobación de créditos internacionales que se encuentran estancados en la Asamblea. En un intento de movilizar apoyo, sectores afines al gobierno han comenzado una «vigilia» en favor de la aprobación de dichos créditos, con una marcha planificada desde El Alto hacia la plaza Murillo, donde se encuentra el centro del poder político.
El trasfondo de la situación es complejo. En febrero de 2024, un grupo de dirigentes de El Alto había ingresado a la Cámara de Diputados, bloqueando la salida de los legisladores opositores y evistas, quienes exigían que se aprobara el financiamiento necesario. Asimismo, hace una semana, pobladores de Norte Potosí, apoyados por otras regiones, se instalaron en las puertas del nuevo edificio de la Asamblea, manteniendo una vigilia por la misma causa.