El 10 de octubre, en la ciudad de Santa Cruz, agentes del Departamento de Análisis de Criminal e Inteligencia (DACI) lograron capturar a un taxista de una aplicación móvil acusado de dopar, maniatar e intentar raptar a una pasajera. La víctima, una joven que había solicitado el servicio de transporte tras visitar a una amiga, se encontraba en el trayecto de regreso a su domicilio cuando el conductor desvió la ruta prevista.
Gracias a los datos registrados en la aplicación de transporte, el taxista fue identificado y, tras cuatro días de búsqueda, aprehendido el lunes y trasladado a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de la Estación Policial Integral (EPI) del Plan 3.000. La captura del conductor puso fin a la investigación iniciada por el intento de secuestro.
La amiga de la víctima, preocupada por la seguridad de sus allegadas, había solicitado a la joven que compartiera su ubicación en tiempo real a través de GPS. Fue este detalle el que permitió detectar que el automóvil había desviado su recorrido. Al notar la anomalía, la amiga alertó a su pareja, quien de inmediato se dispuso a buscar el vehículo sospechoso. El GPS los guió directamente al automóvil en movimiento.
Una vez en el lugar, la amiga y su novio confrontaron al taxista. Verificaron la placa y las características del vehículo, y comenzaron a grabar con un teléfono móvil para documentar la situación. La tensión escaló cuando el taxista se negó a liberar a la joven. En un acto desesperado, la pareja que seguía al taxi en otro vehículo lo embistió, obligando al conductor a detenerse y arrojar a la pasajera del auto.
La joven fue encontrada inconsciente, dopada y maniatada en el suelo. De inmediato, su amiga acudió a socorrerla y la trasladaron a un hospital cercano en la zona del Plan Tres Mil. Aunque estaba visiblemente alterada por la situación, su amiga relató que la víctima había mencionado, en medio de su estado de confusión, que el taxista le había exigido dinero y le insinuó que la sacaría del país.
