Los seguidores del expresidente Evo Morales intensificaron sus movilizaciones para reactivar los bloqueos que llevan nueve días en la región del trópico de Cochabamba. Estas medidas de presión se fortalecieron tras el intento de un contingente policial de levantar los cortes de ruta, con la ayuda de civiles no identificados.
Humberto Claros, dirigente campesino, denunció a través de radio Kawsachun Coca que hubo un intento de arresto contra Morales. Según sus declaraciones, este operativo demostraría que el gobierno de Luis Arce está enfocado en perseguir al exmandatario.
El operativo policial llegó hasta el puente Ichilo, que marca el límite entre los departamentos de Santa Cruz y Cochabamba, y avanzó hasta la localidad de Bulo Bulo. Allí se encontraron con la resistencia de los habitantes, simpatizantes de Morales. A pesar del uso de agentes químicos, las fuerzas de seguridad no lograron abrir las vías bloqueadas y, en varios tramos de la carretera —ubicada a unos 198 kilómetros al noreste de Santa Cruz—, los uniformados quedaron acorralados por los manifestantes.
Claros calificó la intervención policial como “un ataque brutal y cobarde” por parte del presidente Luis Arce. Además, afirmó que, ante la presión de los bloqueadores, los policías quedaron atrapados en la ruta. También denunció la presencia de civiles que, según él, actuaban como “paramilitares” en el operativo. Aseguró que el Ministerio de Gobierno había contratado personas con antecedentes delictivos y otros grupos irregulares para intentar arrestar a Morales con el apoyo de fiscales.
Algunos reportes periodísticos señalaron que durante los enfrentamientos se habrían utilizado armas de fuego. Esta situación obligó a varios periodistas a tirarse al suelo para protegerse ante la posible presencia de proyectiles.
Tras el fallido intento de desbloqueo, la municipalidad de Puerto Villarroel vació escombros y tierra sobre la carretera en el puente Ivirgarzama, situado a 250 kilómetros de Santa Cruz, con el fin de reforzar los cortes y mantener bloqueado el tránsito.
Las movilizaciones lideradas por los seguidores de Morales buscan la eliminación de los cargos judiciales en su contra y la habilitación del exmandatario como candidato para las elecciones de 2025. Asimismo, demandan la derogación de varios decretos gubernamentales.
Morales enfrenta una acusación de estupro agravado y trata de personas en el departamento de Tarija. La denuncia indica que habría mantenido una relación con una menor de 15 años en 2016, con quien presuntamente tuvo una hija. La joven involucrada se encuentra desaparecida, y Morales no se ha presentado a declarar sobre el caso.
Los manifestantes también exigen que el gobierno estabilice la cotización del dólar, garantice el suministro de combustibles y reduzca los precios de productos esenciales. En las últimas horas, varios representantes del movimiento afín a Morales solicitaron la renuncia del presidente Arce, mientras que el viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, afirmó que la habilitación de la candidatura de Morales es el principal trasfondo del conflicto.