Los servicios médicos en hospitales y centros de salud se verán afectados nuevamente esta semana debido a la reanudación de paros por parte de los trabajadores del sector salud. Tanto la Federación de Sindicatos de Ramas Médicas de Salud Pública (Fesirmes) como la Federación Sindical de Trabajadores de Salud han confirmado estas medidas de presión, motivadas por el incumplimiento en el pago de salarios por parte del Municipio.
Según un acuerdo alcanzado a principios de año, el Municipio se comprometió a realizar los pagos salariales antes del 10 de cada mes. Sin embargo, los trabajadores aseguran que, pese a las declaraciones recientes del alcalde Jhonny Fernández y su vocero prometiendo el desembolso, el pago no se ha hecho efectivo.
A partir de este lunes 18 de noviembre, los médicos exigirán el pago de los salarios adeudados desde octubre. Como parte de su protesta, instalarán una olla común frente a la casa del alcalde. Además, la Fesirmes realizará un paro de 48 horas, los días lunes y martes.
Por su parte, la Federación Sindical de Trabajadores de Salud, liderada por Robert Hurtado, ha anunciado un paro que se extenderá desde el martes 19 hasta el viernes 22 de noviembre. Esta medida afectará a los tres niveles de atención médica, tanto en la capital como en las provincias.
Los reclamos no se limitan al pago de salarios. Médicos y trabajadores también exigen la compra de insumos y medicamentos necesarios para garantizar una atención adecuada en hospitales y centros de salud. Según los manifestantes, estas demandas buscan beneficiar directamente a los pacientes, quienes actualmente enfrentan un sistema de salud precarizado.
La reprogramación de consultas médicas y la posible falta de atención en hospitales y centros de salud generarán inconvenientes para miles de ciudadanos. La falta de insumos y medicamentos, sumada a los paros anunciados, evidencia una crisis estructural que afecta tanto a los profesionales de la salud como a los pacientes.
Mientras tanto, el sector espera respuestas concretas por parte de las autoridades municipales, con la esperanza de evitar una mayor escalada del conflicto.