El plantel de Oriente Petrolero confirmó su participación en el clásico cruceño frente a Blooming este domingo en el estadio Tahuichi Aguilera (19:30), en medio de una profunda crisis institucional marcada por la falta de pagos a los jugadores, que ya suma 10 meses. Aunque el equipo se presentará a disputar el encuentro, lo hará como una muestra de compromiso hacia su hinchada, según confirmaron varios futbolistas a ED Sports, manteniendo su protesta en contra de la directiva.
La molestia en el grupo es evidente. Ante la falta de respuesta a sus demandas económicas, los jugadores han decidido no vestir el uniforme que exhibe a los patrocinadores del club, como una forma de visibilizar su descontento. Sin embargo, acudirán al lugar y hora dispuestos por el director técnico Joaquín Monasterio para afrontar el encuentro, que despierta gran expectativa entre los aficionados.
En medio de rumores, Monasterio desmintió categóricamente haber considerado la participación del equipo de reserva, como se especuló inicialmente. El DT fue claro: si no era el primer plantel el que se presentaba, él tampoco lo haría. Su posición firme y el respaldo mutuo entre cuerpo técnico y jugadores fueron claves para evitar una crisis deportiva más profunda.
La situación en Oriente Petrolero es crítica. La directiva enfrenta un vacío de poder luego de que el presidente Ronald Raldes solicitara licencia y el vicepresidente René Urioste no lograra estabilizar la institución. La falta de gestión y de soluciones concretas ha generado un clima de incertidumbre y desgaste en el equipo.
Esta crisis también ha repercutido en lo deportivo: los jugadores han optado por no entrenar en los días previos a los partidos del torneo Clausura, lo que ha comenzado a pasar factura. Jhon García, por ejemplo, sufrió una lesión atribuida al esfuerzo físico exigido en medio de estas condiciones adversas.
Pese a las adversidades, el plantel encontró un punto de coincidencia: “No podemos fallarle a la gente”. Los jugadores reconocen el respaldo incondicional de la hinchada y han recibido numerosos mensajes de apoyo que influyeron en su decisión de presentarse al clásico. Aunque el ambiente interno sigue siendo tenso, esta muestra de unidad refuerza su compromiso en un momento crucial.
Con cinco fechas restantes en el torneo Clausura, los jugadores saben que esta es su oportunidad para ejercer presión y reclamar los pagos adeudados. Sin embargo, han decidido mantener un perfil bajo y evitar declaraciones a la prensa, con el objetivo de evitar conflictos adicionales.
