El presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, durante su discurso en un acto conmemorativo realizado en la Plaza Murillo, se refirió a las elecciones generales de 2025. El mandatario aseguró que, en caso de mantenerse en el Gobierno, su administración continuará con las mismas políticas económicas que caracterizan su gestión.
«Vamos a demostrar que la izquierda sabe manejar un Gobierno, que la izquierda sabe manejar la economía y que una vez más es la opción liberadora del pueblo latinoamericano y boliviano», afirmó Arce, destacando la postura política del Movimiento Al Socialismo (MAS).
En el evento, que conmemoraba el ascenso del MAS al poder, Arce enfatizó la importancia de seguir transformando las estructuras económicas y sociales del país. Señaló que la prioridad del Gobierno es beneficiar al pueblo trabajador y no a las transnacionales o a los grupos económicos privilegiados.
«El pueblo es consciente de que debemos continuar cambiando la estructura económica y social. Aquí está el pueblo trabajador», añadió el mandatario, reafirmando el compromiso con los sectores populares.
Arce también lanzó críticas hacia los partidos de oposición, a quienes acusó de intentar desestabilizar la economía nacional. «Ellos fueron los arquitectos e ingenieros para tratar de desestabilizar nuestro poder económico. Pero nosotros estamos reconstruyendo los hidrocarburos, industrializando el país y poniendo las bases para una economía sólida», aseguró.
Además, calificó al MAS como el único instrumento político capaz de combatir los intereses que, según él, buscan privatizar las empresas públicas y debilitar la soberanía económica de Bolivia.
En contraste con los pronunciamientos oficiales, el sector productivo del país ha enfrentado importantes desafíos durante el año. Instituciones como la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), la Asociación de Productores Avícolas de Santa Cruz (ADA) y la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) presentaron sus balances anuales, destacando problemas como la falta de divisas y el desabastecimiento de combustible.
Estas dificultades no solo afectan a los productores, sino también a la población en general. Muchos ciudadanos recurren al mercado paralelo para comprar dólares, mientras que el transporte pesado enfrenta largas esperas para abastecerse de diésel, complicando aún más la situación económica.