Este lunes 3 de febrero, cerca de tres millones de estudiantes en Bolivia retornarán a las aulas para dar inicio a la gestión escolar 2025. En Santa Cruz, donde más de 800.000 alumnos forman parte del sistema educativo, el regreso a clases se verá afectado por la falta de mantenimiento en numerosas unidades educativas y la ausencia del desayuno escolar.
El panorama en Santa Cruz es preocupante. Osmar Cabrera, ejecutivo de la Federación Departamental de Maestros Urbanos, advirtió que aproximadamente el 50% de los establecimientos educativos no se encuentran en condiciones adecuadas para recibir a los alumnos.
«Las escuelas no han recibido mantenimiento, muchas no cuentan con servicio de electricidad y los docentes trabajan sin estabilidad laboral. Además, los padres de familia deben cubrir con su propio dinero hasta un 30% de las horas de clase que debería financiar el Estado», denunció Cabrera.
Ante esta situación, se ha dado un plazo hasta el 12 de febrero para que las autoridades tomen medidas correctivas. Aunque las clases comenzarán, Cabrera advirtió que podrían interrumpirse debido a medidas de presión que incluirían mitines y paros. Esta determinación fue tomada en un Consejo Consultivo con la participación de representantes de distintas unidades educativas.
Ernesto Peña, representante de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), lamentó el estado de abandono de las escuelas y la falta de garantías en la provisión del desayuno escolar. «Las condiciones no están dadas para el inicio de clases. Vamos a tomar acciones contra el alcalde Johnny Fernández por incumplimiento de deberes», advirtió.
Peña informó que vecinos de diferentes distritos ya están organizando bloqueos y protestas en demanda de mejoras en la infraestructura educativa y la inmediata dotación del desayuno escolar para los estudiantes.
El ministro de Educación, Omar Veliz, reconoció que han recibido múltiples denuncias sobre la falta de mantenimiento en unidades educativas, particularmente en Santa Cruz y algunas zonas de Cochabamba.
“No es posible que los niños inicien clases cuando existen goteras en sus aulas y los servicios básicos no están funcionando. Esto puede traer consecuencias negativas para su salud”, sostuvo Veliz, instando a los municipios a intervenir de inmediato en la solución de estos problemas.
Desde mediados de enero, el concejal Mamén Saavedra ha venido alertando sobre la falta de garantías para la entrega del desayuno escolar desde el primer día de clases.
El alcalde Johnny Fernández, por su parte, explicó que el contrato con las empresas proveedoras del desayuno escolar tiene una duración de 200 días y no finaliza el 3 de febrero. Para acelerar la solución a los problemas de infraestructura, anunció que se duplicará la caja chica de los directores de las unidades educativas, permitiéndoles resolver las necesidades más urgentes.
En cuanto al retraso en la provisión del desayuno escolar, Fernández atribuyó el problema a demoras en los procesos de adjudicación y la falta de interés de algunas empresas en participar en las licitaciones. «Estamos con algunos problemas de plazos porque no se adjudicaron las licitaciones y hemos vuelto a convocar», señaló.