El Instituto de Investigación Forense (IDIF) confirmó que el capitán de la Policía, José Carlos Aldunate Meneses, perdió la vida tras recibir siete impactos de bala que comprometieron órganos vitales como el corazón y los pulmones. El resultado de la autopsia detalla que la causa del fallecimiento fue un shock hipovolémico debido a la grave pérdida de sangre ocasionada por los proyectiles.
El procedimiento forense se llevó a cabo la tarde del miércoles en la morgue del hospital municipal de la ciudadela Pampa de la Isla, a donde fue trasladado el cuerpo de Aldunate luego de ser levantado del ingreso de su vivienda, ubicada entre el cuarto y quinto anillo de la avenida Beni, en Santa Cruz de la Sierra. Según las investigaciones preliminares, el oficial fue acribillado por sicarios que lo esperaban en las inmediaciones de su domicilio.
El fiscal asignado al caso, Daniel Ortuño, indicó que la investigación ha tipificado el hecho como un delito de asesinato. Las primeras indagaciones apuntan a que los atacantes planificaron el atentado, esperando el momento preciso en que Aldunate abriera el portón de su garaje para ejecutar el ataque.
Por su parte, el comandante departamental de la Policía de Santa Cruz, Rolando Rojas, informó que en la escena del crimen se recolectaron 45 casquillos de bala. Asimismo, se ha procedido al secuestro de imágenes de cámaras de seguridad instaladas en la zona, con el objetivo de identificar a los responsables del homicidio.
Las grabaciones obtenidas han permitido a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) identificar el vehículo en el que operaron los sicarios. Se trata de una vagoneta Suzuki Vitara de color plateado, con placa de control 3013FGY, registrada en la ciudad de La Paz.
Con esta información, los investigadores han comenzado un rastreo intensivo del motorizado para dar con los delincuentes. En primera instancia, se están revisando las cámaras de seguridad en las rutas por donde se desplazó el vehículo tras el ataque. Además, se está analizando el historial de estaciones de servicio donde el automóvil cargó combustible en las últimas semanas, lo que podría proporcionar pistas clave sobre el paradero de los responsables.