El asesinato del capitán de la Policía José Carlos Aldunate en Santa Cruz generó conmoción en el país, pero también fue utilizado políticamente por el expresidente Evo Morales, quien no dudó en afirmar que Bolivia se ha convertido en un «narco-Estado». Sin embargo, Morales evitó mencionar que su propio gobierno fue señalado en múltiples ocasiones por presuntos vínculos con el narcotráfico, e incluso tres de sus altos jefes antidrogas fueron arrestados y procesados por este delito.
En un discurso realizado desde Lauca Ñ, en la celebración del Día de los Compadres, Morales se refirió al asesinato del capitán Aldunate y a un segundo hecho violento ocurrido en San Ignacio de Velasco, donde cinco personas fueron baleadas. Basándose en estos acontecimientos, concluyó que el país está bajo el dominio del narcotráfico.
«Lo que pasó ayer con el capitán (Aldunate), lo que pasó en la noche en San Ignacio de Velasco, hace pensar, ojalá no sea así, no quiero exagerar, pero hace pensar que estamos en un narco-Estado. ¿Qué significa eso? Que hay policías metidos en narcotráfico, militares involucrados con el narcotráfico, no estoy mintiendo», declaró Morales.
El expresidente sostiene que el país es un «narco-Estado», pero omite que, durante su gestión, tres de sus jefes antidrogas fueron procesados y encarcelados por delitos relacionados con el narcotráfico. Además, aunque el Presidente tiene la potestad de aprobar la designación del director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), Morales siempre negó haber intervenido en estas elecciones.
Uno de los casos más emblemáticos fue el del coronel René Sanabria, quien dirigió la Felcn entre 2007 y 2009 y era considerado un oficial ejemplar. Sin embargo, en 2011 fue capturado en Panamá y extraditado a Estados Unidos por liderar una red de tráfico de cocaína hacia ese país. Tras cumplir su condena, regresó a Bolivia en 2021 y actualmente está detenido en el penal de San Pedro.
Otro jefe policial vinculado al narcotráfico fue Oscar Nina, quien se desempeñó como Comandante General de la Policía entre 2010 y 2011. Luego de dejar el cargo, en 2015 fue arrestado y acusado de mantener nexos con el Cártel de Sinaloa, dirigido por el narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán. Según la investigación, Nina habría sostenido reuniones con miembros del cartel. En 2019 fue sentenciado a casi ocho años de prisión por legitimación de ganancias ilícitas.
El tercer alto mando policial envuelto en delitos de narcotráfico fue el coronel Maximiliano Dávila, quien actualmente cumple una condena en Estados Unidos. Morales ha manifestado su temor de que Dávila sea utilizado por la justicia estadounidense para involucrarlo a él en casos de narcotráfico.
Pese a sus declaraciones sobre el narcotráfico en el país, Evo Morales no impulsó investigaciones sobre estos casos durante su mandato. Ahora, desde la oposición, exige a la Asamblea Legislativa Plurinacional que convoque una «reunión de emergencia» para conformar una comisión mixta de investigación.
«Yo quiero aprovechar esta oportunidad, compañeros, para pedir que la Asamblea Legislativa Plurinacional convoque a una reunión de emergencia y organice una comisión mixta de investigación», declaró.