La Sociedad de Ingenieros de Bolivia – Filial Santa Cruz (SIB SC) emitió este jueves un informe en el que lanza una advertencia urgente sobre una inminente crisis alimentaria y energética en el país. Según el reporte, si en los próximos 45 días no se garantiza el suministro mínimo de diésel requerido para el sector productivo, Bolivia podría enfrentar un desabastecimiento de insumos y dificultades en el transporte, lo que afectaría gravemente el abastecimiento de alimentos en los mercados de consumo.
El informe de la SIB SC se publica en un contexto en el que el Gobierno nacional ha reconocido su incapacidad para garantizar el suministro interno de carburantes, atribuyendo la situación a la escasez de dólares en el país. Ante este panorama, se han planteado soluciones alternativas como la creación de una cooperativa de combustibles o hidrocarburífera para mitigar la crisis.
La SIB SC advierte que la problemática va más allá del suministro de diésel. En su análisis, la entidad técnica señala que Bolivia enfrenta una «espiral de consecuencias» que compromete el abastecimiento de Gas Licuado de Petróleo (GLP), gas natural domiciliario y electricidad a nivel nacional. La reducción de las reservas probadas de gas y la caída en la producción ponen en riesgo no solo la industria y el comercio, sino también el bienestar de las familias bolivianas en el corto y mediano plazo.
“El Estado monopolizó la gestión total y la responsabilidad de la cadena productiva de los hidrocarburos y electricidad, un modelo que ha fracasado rotundamente. Hemos pasado de una época de abundancia energética a un escenario de precariedad y desabastecimiento, lo que ha generado grandes pérdidas económicas”, enfatiza el informe.
Como una solución inmediata, la SIB SC propone abrir el mercado energético, permitiendo la libre importación y comercialización de combustibles. Según la institución, este paso es fundamental para romper el monopolio estatal que ha limitado el acceso a los hidrocarburos y para dar paso a la participación del sector privado en la estabilización del suministro energético en Bolivia.
El informe resalta que, si no se eliminan las barreras impuestas por el Estado, el país se enfrentará a un colapso total en el sector energético, lo que derivará en inseguridad en el abastecimiento de combustibles, escasez de alimentos y, en el peor de los escenarios, una crisis de hambre a nivel nacional.
Desde su posición técnica, la SIB SC se ofreció como facilitadora para contribuir al diseño y ejecución de soluciones que permitan mitigar los efectos de la crisis. Finalmente, el reporte concluye con un llamado a las autoridades para actuar con responsabilidad y visión de futuro. “Es momento de dejar de lado los intereses políticos y priorizar el bienestar de la población boliviana”, señala el informe.