Las intensas lluvias y las inundaciones que han azotado el departamento de Beni en los últimos días han llevado a la Gobernación a declarar desastre departamental, ante la gravedad de los daños ocasionados en la infraestructura vial y la afectación directa a la población. La medida fue oficializada este lunes mediante decreto departamental, con el fin de garantizar una respuesta inmediata y gestionar recursos de emergencia del Gobierno central.
Las precipitaciones han golpeado con fuerza a varios municipios benianos, entre los más afectados se encuentran: San Borja, Rurrenabaque, Reyes, Baures, San Javier y Santa Rosa del Yacuma. En estas regiones, el temporal ha puesto en riesgo la vida de los habitantes, ha afectado severamente la biodiversidad y ha impactado en actividades económicas clave como la agricultura y la ganadería.
La interrupción de caminos y vías de acceso ha complicado el abastecimiento de productos básicos, lo que podría derivar en una crisis de seguridad alimentaria si la situación no es atendida con prontitud.
El gobernador del Beni, Alejandro Unzueta, junto a su gabinete de secretarios, firmó el decreto departamental que formaliza la declaratoria de desastre, advirtiendo que la situación compromete la transitabilidad, la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la economía regional.
Ante este panorama, el Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) se ha activado y mantiene coordinación con instancias nacionales y locales para ejecutar un plan de contingencia enfocado en prevención, mitigación y recuperación.
Las autoridades departamentales continúan evaluando el impacto de las inundaciones y han iniciado gestiones a nivel nacional para obtener los recursos necesarios que permitan la rehabilitación de las zonas afectadas. Se prevé que en los próximos días se fortalezcan las acciones de asistencia humanitaria y reconstrucción de la infraestructura dañada.
El Gobierno central aún no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre los recursos que destinará para atender la emergencia en Beni. Mientras tanto, la población afectada espera la pronta llegada de ayuda para enfrentar la crisis provocada por las inclemencias climáticas.