Las intensas lluvias registradas en Yapacaní han provocado la crecida de los ríos Ichilo y Yapacaní, generando graves inundaciones que han devastado extensas áreas de cultivo y han afectado a miles de familias. Según el informe municipal, el desastre natural ha impactado 3,350 hectáreas de cultivos, principalmente de arroz, soya, maíz y yuca, además de causar severas pérdidas en el sector pecuario.
Uno de los daños más significativos en el ámbito agropecuario es la desaparición de peces en estanques piscícolas, arrastrados por la fuerza del agua, lo que representa una pérdida económica importante para los productores locales.
Hasta el momento, las autoridades han contabilizado más de 85 comunidades afectadas y al menos 2.800 familias damnificadas que requieren asistencia urgente. Además, se ha reportado la destrucción de más de 300 kilómetros de caminos, lo que complica la movilidad y el acceso a las zonas afectadas.
Ante la magnitud de los daños, el municipio de Yapacaní ha promulgado la Ley de Declaratoria de Desastre Municipal, con la finalidad de agilizar la llegada de ayuda y gestionar recursos para atender a las comunidades afectadas.
El alcalde del municipio, Juan Carlos Valles, informó que se han desplegado comisiones de rescate para evacuar a las familias que permanecen aisladas y, posteriormente, continuar con el levantamiento de datos sobre los daños ocasionados.
“La prioridad es salvar vidas y garantizar asistencia inmediata a las familias afectadas. Seguimos trabajando en el rescate y en la evaluación de los daños”, señaló la autoridad municipal.
Las comunidades damnificadas esperan la pronta intervención de las autoridades nacionales y departamentales para brindar asistencia humanitaria, rehabilitar caminos y reactivar la producción agrícola y pecuaria, sectores que han sido gravemente golpeados por las inundaciones.