El viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, confirmó este domingo la muerte del dirigente campesino Jhonny Cruz en un operativo policial realizado el pasado miércoles en el trópico de Cochabamba. Según la autoridad, el uniformado que disparó contra la víctima actuó en defensa propia tras haber sido agredido con disparos de arma de fuego.
Aguilera explicó que el enfrentamiento ocurrió cuando la Policía intentaba capturar a Ariel Villarroel, señalado como miembro de una organización vinculada a secuestros y asesinatos en la región. “El funcionario (policía) es agredido por disparos de arma de fuego y en defensa propia él también acciona su arma de fuego, provocando lesiones en la pierna y, como producto del tiempo, la persona pierde la vida”, declaró la autoridad en una entrevista con el canal estatal.
El viceministro también señaló que, a pesar de haber transcurrido cinco días desde el deceso, los familiares de la víctima aún no reclamaron el cuerpo, lo que ha generado sospechas dentro de las investigaciones.
La confirmación oficial se dio pocas horas después de que Evo Morales denunciara públicamente que Jhonny Cruz había sido asesinado por la Policía. Según el exmandatario, el dirigente campesino fue interceptado por personas de civil que viajaban en un vehículo sin placas y, al intentar defenderse, se produjo el tiroteo que terminó con su vida.
Morales calificó el hecho como un “asesinato” y responsabilizó al Gobierno de Luis Arce, dando un plazo de 48 horas para que se ordene la aprehensión del policía involucrado en el disparo. Además, sostuvo que este acto de violencia tenía como objetivo desestabilizar el congreso de refundación de su facción dentro del Movimiento al Socialismo (MAS).
Las declaraciones de Morales y del viceministro Aguilera reflejan la creciente tensión en el trópico de Cochabamba, una zona donde el exmandatario mantiene una fuerte influencia política y sindical. Mientras el Gobierno insiste en que el operativo policial fue legítimo y que la víctima tenía nexos con una red criminal, Morales y sus seguidores aseguran que se trata de un acto de persecución contra dirigentes de su sector.