El Juzgado de la Niñez y Adolescencia 1° de la capital cruceña determinó la detención preventiva, por un periodo de 45 días, en el Centro Nueva Vida Santa Cruz (Cenvicruz), para un adolescente de 16 años imputado por el presunto feminicidio de Jenifer Socorro de Almeida da Silva, una ciudadana brasileña de 37 años que se encontraba a punto de graduarse como médico en Bolivia.
El crimen ocurrió el pasado 2 de abril en el interior del cuarto que Jenifer alquilaba en una vivienda ubicada en el barrio Villa Azul, en la zona norte de Santa Cruz de la Sierra. La mujer fue encontrada sin vida y desnuda, generando conmoción entre vecinos y amigos. El examen forense reveló que falleció a causa de asfixia mecánica por sofocación, lo que llevó a la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) de Los Tusequis a iniciar una investigación bajo la figura de feminicidio.
Las primeras pistas surgieron del análisis del teléfono celular de la víctima, donde se evidenció que la última persona con la que tuvo contacto fue un menor de edad. En menos de 24 horas, los agentes lograron ubicar y aprehender al adolescente en su domicilio, entre el cuarto y quinto anillo de la ciudad.
Según declaró el fiscal departamental de Santa Cruz, Alberto Zeballos, el adolescente confesó haber conocido a Jenifer el 1 de abril en la plaza 24 de Septiembre mientras vendía manillas artesanales. Para ganarse su confianza, se presentó como un joven de 20 años. Tras intercambiar números de teléfono, acordaron una cita para el día siguiente.
El encuentro se concretó el 2 de abril en un centro comercial ubicado en el cuarto anillo. Posteriormente, ambos se dirigieron a la habitación de Jenifer, en la zona de la Ucebol. Fue en ese lugar donde se habría producido el crimen. A pesar de que el menor alegó que dejó con vida a la mujer y presentó como prueba una fotografía que se tomó con ella, las evidencias reunidas por la Fiscalía lo señalan como principal sospechoso.
Zeballos confirmó que, debido a la gravedad del caso y a que la víctima era una ciudadana extranjera, se han activado protocolos especiales de investigación en coordinación con las autoridades diplomáticas de Brasil.
Jenifer había retornado recientemente a Bolivia para defender su tesis y culminar la carrera de medicina. Luego, planeaba regresar a su país, donde la esperaban sus dos hijos y su esposo, un agente de policía brasileño.