El quiebre en el bloque de unidad opositora se concretó. El expresidente Jorge «Tuto» Quiroga confirmó que inscribirá su propia alianza política de manera independiente, al margen de Samuel Doria Medina, antes del 18 de abril, fecha límite establecida por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para el registro oficial de alianzas que participarán en las elecciones generales del 17 de agosto.
La ruptura, que ya venía gestándose desde hace semanas, fue desencadenada por fuertes diferencias en torno a las encuestas internas que debían definir al candidato único de la oposición. Tanto Quiroga como Doria Medina han mantenido un tono confrontacional, con mutuas acusaciones, mientras que la precandidata Amparo Ballivián ha sido la única que ha pedido una salida dialogada.
“Hasta el 18 de abril se inscriben las alianzas y eso ya está echado. El señor Doria Medina tiene sus alianzas, yo también. No hay forma de cambiar todo esto”, afirmó Quiroga en el programa Asuntos Centrales, descartando cualquier posibilidad de reconciliación inmediata con el empresario paceño.
El entorno del exmandatario asegura que no existen condiciones para una reunión con los otros líderes del bloque, debido a la polémica por la filtración de datos de las encuestas y los cambios en la empresa encuestadora. En esa línea, Tomás Monasterio, vocero de la alianza Libre en Santa Cruz, explicó que la inscripción separada responde a una estrategia para preservar la candidatura de Quiroga y proteger a las fuerzas políticas que lo apoyan, luego de considerar que Unidad Nacional (UN) forzó el proceso con irregularidades.
La tensión crece mientras se espera una declaración oficial del expresidente Carlos Mesa, quien hasta ahora no ha definido públicamente su postura sobre la validez de las encuestas internas. Sin embargo, Quiroga advirtió que estos sondeos son ilegales y podrían dar pie a una inhabilitación del candidato ganador, lo que aumenta la incertidumbre.
Durante una conferencia en Santa Cruz, Quiroga fue enfático: “Estas no son las encuestas del bloque de unidad, son las de Samuel Doria Medina. ¿Si voy a aceptarlas? No, es una locura. Están contaminadas, son unilaterales y sin fiscalización. Este gobierno y sus jefes en Nicaragua y Cuba se mueren por inhabilitarme”, declaró, dejando ver un trasfondo político y geopolítico en su denuncia.
A pesar del quiebre, Monasterio remarcó que la alianza Libre seguirá apostando por la unidad y planteó una salida: convocar a una nueva encuesta bajo supervisión del TSE, para restaurar la confianza y evitar un posible fraude. También hizo un llamado a la cautela, argumentando que aún queda tiempo para resolver las diferencias antes del 17 de agosto.
Por su parte, la alianza Libre denunció que el acuerdo para realizar las encuestas internas solo lleva la firma de Samuel Doria Medina, sin el respaldo de Quiroga ni Carlos Mesa, lo que pone en duda su legitimidad. El documento fue suscrito el 31 de marzo, según documentos obtenidos.
Desde el entorno de Samuel Doria Medina, la respuesta no tardó en llegar. Roberto Moscoso, representante de su precandidatura, rechazó tajantemente la posibilidad de hacer nuevas encuestas y calificó las diferencias internas como “caprichos” que podrían poner en riesgo la unidad opositora.
“El bloque de unidad no responde a intereses personales, sino al clamor del pueblo que quiere vencer al MAS en las urnas. Todo iba bien hasta que aparecieron las encuestas de Captura y Marcelo Claure que mostraban a Samuel en segundo lugar. Eso generó zozobra en la campaña de Tuto”, declaró Moscoso.
Pese a las diferencias, Moscoso dejó abierta la puerta a que Quiroga recapacite y continúe dentro del bloque, aunque aclaró que la decisión final es del expresidente.
En medio de la creciente polarización, la precandidata Amparo Ballivián abogó por un acercamiento entre los líderes del bloque, lejos del ruido mediático. “Esto se debe discutir al interior de cuatro paredes. Hay que salvar al bloque de unidad, es la única forma de derrotar al MAS”, sostuvo.