El exmandatario boliviano y actual candidato por la alianza Libre, Jorge Tuto Quiroga, presentó en Santa Cruz las principales directrices de lo que sería su programa de gobierno, en caso de resultar electo en las próximas elecciones. Su propuesta gira en torno a la construcción de un Estado reducido, con una fuerte tendencia a la privatización de las empresas públicas y una reforma legal profunda que permita atraer inversión extranjera al país.
“Un Estado pequeño y austero”, resumió Quiroga, al anunciar que, de llegar a la presidencia, eliminaría todas las empresas estatales, a las que calificó como nidos de corrupción y derroche de recursos. “No habrá empresas para que estén los amarra huatos y se roben la plata”, afirmó, haciendo referencia a proyectos estatales como las fábricas de miel, papel, computadoras Quipus y cartón, a los que criticó por su ineficiencia. En su visión, todo debería ser cerrado, concesionado o privatizado, incluyendo los servicios de salud y educación, los cuales serían también descentralizados.
En el plano económico, Quiroga se mostró crítico con la actual situación del país y aseguró que la única vía viable para superar la aguda crisis financiera es recurrir a organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Planteó la necesidad de renegociar la deuda externa de Bolivia, estimada en 13.500 millones de dólares, calificándola como “cara y corrupta”, y responsabilizó al expresidente Evo Morales por haberla contraído. Según Quiroga, Bolivia necesitaría al menos 12.000 millones de dólares de financiamiento externo en condiciones favorables para estabilizar la economía.
El candidato también adelantó que, de asumir el mando el 8 de noviembre, su gobierno impulsaría una transformación normativa acelerada. Entre noviembre y diciembre, se modificarían todas las leyes aprobadas durante los gobiernos del MAS, tanto en la gestión de Evo Morales como en la de Luis Arce, para generar un clima propicio para la inversión. En ese sentido, insistió en la necesidad de lograr una mayoría parlamentaria que le permita ejecutar estas reformas sin trabas legislativas.
Criticando la falta de definición de otros frentes opositores, Quiroga advirtió que, sin una planificación clara, se corre el riesgo de repetir errores del pasado. “Si no logramos mandato del votante, va a suceder como en otros lugares, un gobierno llega y no sabe qué hacer, y cuando no hay respuesta vuelve el MAS y se los devora”, dijo, recordando el gobierno transitorio de Jeanine Áñez y sus consecuencias políticas.
Finalmente, lanzó un fuerte reproche a sus antiguos aliados, exigiéndoles que revelen los resultados de una supuesta encuesta interna utilizada para proclamar a Samuel Doria Medina como candidato presidencial. Asimismo, cuestionó los datos presentados por Doria Medina y su entorno en una reunión privada, calificando el hecho como un “Madurazo”, en alusión a prácticas antidemocráticas atribuidas al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.