Quito, 13 de abril (EFE).– Con el 75,82 % de las actas escrutadas, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa se perfila como ganador en la segunda vuelta electoral con el 56,13 % de los votos, frente al 43,87 % obtenidos por su contrincante, la candidata correísta Luisa González. La información fue proporcionada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que continúa con el procesamiento de los resultados oficiales.
La tendencia marca una ventaja de aproximadamente un millón de votos a favor del líder del movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), quien busca consolidarse en el poder por un período completo, tras asumir la presidencia en 2023 tras la elección extraordinaria que lo colocó en el cargo hasta 2025. En esta ocasión, el electorado ecuatoriano debía decidir entre renovar su confianza en Noboa o retornar al correísmo con Luisa González, representante del movimiento Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Rafael Correa (2007-2017).
El mandatario ha seguido de cerca el avance del escrutinio desde su residencia en la playa de Olón, en la provincia costera de Santa Elena, donde también ejerció su derecho al voto en compañía de su familia. Por su parte, González permaneció en la sede de su partido en Quito durante la jornada electoral.
Durante su campaña, Noboa expresó su intención de convocar una Asamblea Constituyente si resultaba vencedor, con el propósito de reemplazar la actual Constitución promulgada en 2008 bajo el mandato de Correa. Su propuesta busca fortalecer el combate contra el crimen organizado y aplicar reformas orientadas a la liberalización económica.
Más de 13,7 millones de ciudadanos fueron llamados a las urnas este domingo. Según el reporte final del CNE, la participación alcanzó el 83,7 % del padrón electoral, reflejando un alto interés ciudadano en una elección considerada crucial para el rumbo del país.
El proceso electoral se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad, con la participación de aproximadamente 100.000 efectivos, entre ellos 60.000 policías y 40.000 militares desplegados en todo el país para garantizar el orden en los recintos de votación.
Ecuador atraviesa una compleja crisis de seguridad desde inicios de 2024, cuando el presidente Noboa declaró un «conflicto armado interno» ante la creciente violencia del crimen organizado. En la actualidad, el país ostenta uno de los índices de homicidios más altos de América Latina, con un promedio alarmante de un asesinato por hora en lo que va de 2025, una cifra que subraya la urgencia de medidas estructurales para enfrentar el deterioro del orden público.
La reelección de Noboa, aún no oficializada por el CNE, significaría la continuidad de una estrategia de mano dura contra el crimen, al tiempo que marcaría una nueva etapa en la política ecuatoriana, con un presidente joven que busca reconfigurar el modelo institucional del país.