La cotización del dólar estadounidense en el mercado paralelo de Bolivia alcanzó un nuevo récord este jueves 24 de abril, llegando hasta los Bs 14,04 por unidad, de acuerdo con datos extraídos de billeteras digitales que operan con criptoactivos. Este incremento sostenido ocurre en medio de un contexto de creciente preocupación por la situación económica del país, tras la difusión de recientes informes de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
La tendencia alcista del dólar en el mercado informal se ha intensificado desde inicios de abril. El martes 9 de abril, la divisa estadounidense alcanzó los Bs 13,55, aunque cerró ese mismo día levemente por debajo, en Bs 13,43. Al día siguiente, el 10 de abril, se registró una pequeña disminución durante algunas horas, pero el dólar terminó la jornada nuevamente en Bs 13,55.
Este jueves, a las 20:10, las plataformas digitales que permiten operaciones de intercambio con criptomonedas ya mostraban un valor de Bs 14,04 por dólar, lo que refleja una creciente desconfianza en la estabilidad económica nacional, pese al tipo de cambio oficial que permanece inalterable.
Cabe recordar que el Banco Central de Bolivia (BCB) mantiene desde el año 2011 una cotización oficial fija de Bs 6,96 por dólar, tanto para la compra como para la venta, como parte de la política cambiaria implementada por el Gobierno. El presidente Luis Arce y otras autoridades han reiterado en varias oportunidades que no se tiene previsto modificar este tipo de cambio, pese a las presiones del mercado paralelo y la escasez de dólares físicos.
La reciente depreciación del boliviano en el mercado informal se da luego de que el FMI y el Banco Mundial difundieran reportes poco alentadores sobre el futuro económico del país. Ambas instituciones proyectan un crecimiento económico para Bolivia de apenas 1% para 2025, cifra que se estima será incluso menor en 2026.
Además, el FMI advirtió que la inflación en Bolivia podría alcanzar el 15,5% durante el año en curso, un porcentaje significativamente más alto que el previsto por el Gobierno boliviano, lo que genera más incertidumbre en los sectores económicos y financieros.