El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció este lunes un incremento del 10% al salario mínimo nacional y un 5% al haber básico para la gestión 2025, como resultado de un acuerdo alcanzado con la Central Obrera Boliviana (COB) tras varias jornadas de negociación. La medida tiene como objetivo principal recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores bolivianos, según explicó el mandatario.
Con esta disposición, el salario mínimo nacional pasará de Bs 2.500 a Bs 2.750, mientras que el aumento al haber básico será aplicado de manera general a todos los sectores laborales del país. En palabras del presidente Arce, esta política responde a “la necesidad de proteger el ingreso de las familias bolivianas frente a los efectos de la inflación y la crisis internacional”.
El anuncio fue realizado desde la Casa Grande del Pueblo, en una conferencia de prensa conjunta entre el jefe de Estado, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, y el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi. La decisión se concretó tras un extenso diálogo en el que se evaluó la situación económica actual del país.
Durante la conferencia, Huarachi destacó que el acuerdo se basó en un análisis minucioso de la realidad nacional, en el que se tomaron en cuenta factores como la escasez de dólares, la situación del abastecimiento de combustibles y la variación de precios en productos clave de la canasta familiar.
“Trabajamos estrictamente con datos reales sobre los productos más consumidos, como la carne de pollo y de cerdo. Coincidimos en los estudios técnicos del Gobierno y de la COB, que justifican el pedido de incremento salarial”, afirmó el dirigente sindical.
Asimismo, expresó su preocupación por el impacto del contrabando en los precios de los alimentos, señalando que muchos productos nacionales están saliendo hacia países vecinos como Argentina, Brasil y Perú, lo que alimenta la especulación y la inestabilidad en los mercados internos.
Por su parte, el ministro Marcelo Montenegro explicó que este incremento salarial apunta a recuperar el nivel de consumo de las familias bolivianas, que se ha visto deteriorado a raíz de una inflación acumulada de aproximadamente 10% en la gestión pasada. Este aumento se vio impulsado por bloqueos, fenómenos climáticos y prácticas especulativas que encarecieron los precios.
“El daño ya se ha hecho en los precios, pero ahora estamos trabajando para reducir paulatinamente ese impacto que afecta sobre todo a los sectores más vulnerables”, sostuvo Montenegro, quien también hizo un llamado a los gobiernos municipales a ejercer mayor control en los precios de los mercados, criticando la falta de acción de muchas alcaldías en esta tarea.
El titular de Economía valoró además la actitud de la dirigencia de la COB durante las negociaciones, recordando que el pedido inicial era de un aumento del 20% al haber básico y del 15% al salario mínimo. Según explicó, se logró un acuerdo racional que busca un equilibrio entre el bienestar de los trabajadores y la estabilidad macroeconómica.
El presidente Arce también destacó este equilibrio como un punto fundamental del acuerdo: “Este incremento salarial está acorde a la realidad económica del país. El Gobierno Nacional siempre va a precautelar el bolsillo de los más humildes”, afirmó, y agradeció la madurez de la dirigencia sindical por entender la necesidad de cuidar tanto a los trabajadores como a la estabilidad financiera del Estado.
El jefe de Estado reconoció que no todos los productos de la canasta familiar han registrado incrementos y aseguró que su administración continuará trabajando para reducir los precios de aquellos productos que sí han sido afectados por el contexto económico.
En el marco del acuerdo, también se estableció que el cálculo del Retroactivo Computable Individual (RCI) se basará en tres salarios mínimos nacionales. Tanto el Gobierno como la COB coincidieron en la importancia de mantener un diálogo abierto y constante para evaluar la evolución de la economía y tomar medidas que protejan el poder adquisitivo de los trabajadores.
Por otro lado, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) expresó su preocupación respecto al impacto del aumento salarial. La entidad propuso aplicar únicamente el incremento al haber básico, permitir la negociación directa entre empleadores y trabajadores, y pagar el retroactivo en cuotas.
La CEPB argumentó que esta medida ayudaría a evitar un golpe severo a las empresas, muchas de las cuales enfrentan dificultades económicas. “Compartimos la preocupación de los trabajadores, pero creemos que el esfuerzo debe centrarse en sostener las fuentes de empleo”, declaró la institución, advirtiendo que el incremento podría poner en riesgo la continuidad de muchas empresas y agravar la crisis económica en curso.