La justicia boliviana dictó una condena de 30 años de prisión para Deivid R.Q.P., de 32 años, acusado del feminicidio de su expareja y del infanticidio de su hijo de 10 años. El fallo fue emitido en el penal de Chonchocoro, según el reporte del área de Derechos Humanos de El Alto.
Durante la audiencia, la representante de Derechos Humanos, Virginia Ugarte, confirmó que mientras Deivid fue sentenciado a tres décadas de reclusión, su cómplice recibió una pena de seis meses de privación de libertad. El acusado solicitó ser trasladado al penal de Oruro, petición que fue rechazada por las autoridades judiciales.
Horas antes del juicio oral, la Fiscalía reveló que el imputado decidió someterse a un procedimiento abreviado, asumiendo plenamente la responsabilidad por los crímenes de feminicidio e infanticidio, lo que fue confirmado por el fiscal Torres.
El caso, que ha conmocionado a la sociedad alteña, reveló detalles escalofriantes sobre la forma en que se cometieron los asesinatos. Según el fiscal, Deivid suministró somníferos a ambas víctimas antes de quitarles la vida mediante asfixia.
“El ciudadano habría administrado un somnífero a su expareja y posteriormente procedió a asfixiarla”, declaró el fiscal. El feminicidio ocurrió el 20 de mayo, mientras que dos días después el hombre repitió el mismo método con su hijo, suministrándole también somníferos para luego asfixiarlo mecánicamente, según el informe forense.
Además, se conoció que tras asesinar a su expareja, el acusado habría planeado descuartizar el cuerpo de la mujer. El cuerpo fue hallado en un contenedor de basura ubicado en la zona Alto Lima de El Alto.
Hasta la noche del lunes, las autoridades policiales y fiscales seguían sin localizar el cuerpo de la víctima en un botadero situado en Villa Ingenio, complicando las investigaciones.