Lo que debía ser uno de los días más felices para una pareja en el municipio de San Julián terminó convirtiéndose en una amarga pesadilla. Un hombre, que estaba a pocas horas de contraer matrimonio, fingió su propio secuestro con el objetivo de evitar la boda. Ahora, lejos de celebrar, enfrenta un proceso judicial por simulación de delito.
La jornada del sábado estaba marcada para la ceremonia nupcial. La novia, llena de ilusión, se preparaba para dar el “sí” en lo que consideraba el inicio de una nueva etapa en su vida. Sin embargo, ese mismo día, el novio desapareció sin dejar rastro, dejando a su pareja y a su familia sumidos en la angustia.
Horas después de su desaparición, comenzaron a llegar mensajes alarmantes al celular de la novia. En ellos, el hombre aseguraba haber sido secuestrado, lo que desató el pánico entre sus seres queridos. Ante la gravedad de la situación, la joven denunció el supuesto crimen ante la Policía, que activó un operativo de búsqueda inmediata.
Los investigadores tomaron con seriedad la denuncia y, tras un rápido rastreo, hallaron al supuesto secuestrado oculto en un alojamiento del mismo municipio de San Julián. Al ser interrogado, el hombre confesó que había fingido su rapto y que su intención era evitar la boda. Alegó que se encontraba bajo presión debido a conflictos con su expareja, quien le exigía el cumplimiento de una deuda por asistencia familiar.
Tras ser hallado, el sujeto fue trasladado a instalaciones policiales en el municipio de Cotoca. Hasta allí llegaron su novia y familiares, aunque evitaron brindar declaraciones a la prensa visiblemente afectados por lo ocurrido.
La Fiscalía inició una investigación por el delito de simulación de hecho punible, y el hombre será presentado ante un juez cautelar este martes. En esa audiencia se definirá su situación jurídica y se evaluarán posibles medidas cautelares en su contra.
