En un operativo policial ejecutado este miércoles en el barrio Cordecruz de Santa Cruz de la Sierra, fue aprehendido Jorge Alejandro Barja, principal acusado de una millonaria estafa inmobiliaria que afectó a más de 200 familias. El implicado se encontraba oculto dentro del ducto del aire acondicionado de una vivienda perteneciente a un familiar, donde intentaba evadir a la justicia tras ser buscado durante varios días. Junto a él fueron capturados sus dos hijos, también sindicados como cómplices en el caso.
La aprehensión fue ordenada por el fiscal Carlos Rudy Parada Soleto, luego de que la Fiscalía recopilara sólidos indicios de responsabilidad penal por el delito de estafa agravada con víctimas múltiples, incluyendo documentos notariales, comprobantes de transferencia bancaria y otros papeles vinculados a falsas ventas de inmuebles.
El abogado Arturo Heredia, representante legal de las víctimas, explicó que Barja operaba desde al menos el año 2016, ofreciendo en preventa lujosos departamentos en condominios inexistentes ubicados en zonas de alta plusvalía de la ciudad, particularmente en el barrio Equipetrol. A través de las empresas Inmoba Corporación e Inmoba Tower, el empresario mostraba planos, renders y maquetas de un edificio que, según su promesa, sería “el mejor de Santa Cruz”, situado sobre la avenida Enrique Finot. Sin embargo, ese proyecto nunca se concretó.
“Muchas de las personas afectadas pagaron al contado o en cuotas sus departamentos, confiando en los papeles que se les entregaban. Pero nunca se construyó nada. Fue una estafa planificada desde hace más de ocho años”, afirmó Heredia.
Según estimaciones preliminares del jurista, el monto de la estafa oscilaría entre 10 y 12 millones de dólares, aunque la cifra podría aumentar conforme avance la investigación. Lo más alarmante es que entre los afectados no solo hay familias bolivianas residentes, sino también migrantes en el exterior, quienes enviaron sus ahorros con la esperanza de contar con una vivienda propia al retornar al país.
Además de Jorge Barja, sus hijos y otros parientes aparecen como coautores o cómplices, ya que las cuentas bancarias donde se realizaban los depósitos estaban registradas a nombre de ellos, lo que sugiere el uso de testaferros para encubrir la magnitud del fraude. “Es un esquema bien armado, no actuaba solo”, sostuvo el abogado.
La captura del empresario no fue sencilla. Agentes de la Policía, con el apoyo de drones y tecnología de detección térmica, tardaron más de una hora en localizarlo en el inmueble donde se ocultaba. Finalmente, fue hallado escondido en el sistema de ventilación. “La Policía lo buscaba por todo el vecindario hasta que lo encontraron dentro del mismo domicilio”, relató Heredia.
A los cargos por estafa, se suma una denuncia por tentativa de homicidio. Según el reporte preliminar de la Policía, Jorge Barja habría intentado atropellar a un oficial que intentó detenerlo días atrás. Este nuevo cargo podría agravar aún más su situación judicial.
La Fiscalía se encuentra ultimando el pliego de imputación formal, y en las próximas horas se desarrollará la audiencia cautelar donde se definirá si el imputado será enviado a la cárcel con detención preventiva mientras se amplía la investigación.
En tanto, las víctimas claman por justicia y por la recuperación de sus ahorros. “Este señor ha destruido el sueño de centenares de familias. Vamos a insistir para que todos los involucrados también enfrenten la justicia”, concluyó el abogado Heredia. La expectativa social y mediática en torno a este caso crece, mientras se espera que se esclarezca el destino del dinero defraudado y se repare, en la medida de lo posible, el daño ocasionado a las víctimas.