La tensión internacional se disparó tras el ataque que Estados Unidos ejecutó el sábado contra tres bases nucleares en territorio iraní. La respuesta no se hizo esperar: el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, expresó su profunda preocupación y advirtió sobre la posibilidad de un conflicto de escala global. “La Tercera Guerra Mundial podría estar muy cerca”, declaró Lavrov, citando palabras del presidente ruso, Vladimir Putin, en un tono que refleja la gravedad del momento.
El canciller ruso cuestionó con firmeza la acción militar estadounidense y alertó sobre las devastadoras consecuencias que podría traer consigo la creciente escalada entre Washington y Teherán. Según Lavrov, el ataque no solo constituye una violación flagrante del derecho internacional, sino que también podría provocar que Irán ejerza su derecho a la autodefensa, lo que pondría al mundo al borde del caos absoluto.
A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia condenó los bombardeos norteamericanos, calificándolos de “irresponsables” y demandando el cese inmediato de lo que considera actos de agresión. El pronunciamiento, difundido mediante el canal de Telegram de la cancillería, fue contundente: “La irresponsable decisión de someter el territorio de un Estado soberano a ataques con misiles y bombas, independientemente de los argumentos utilizados, viola gravemente el derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que califican tales acciones de inaceptables”.
El gobierno ruso remarcó que es especialmente alarmante que estos ataques hayan sido perpetrados por un país que ocupa un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que —según Moscú— erosiona aún más la credibilidad y el equilibrio del sistema internacional de seguridad colectiva.
La preocupación del Kremlin es aún mayor dado que los objetivos de los ataques fueron instalaciones nucleares. Por ello, Rusia ha exigido al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que evalúe con urgencia los daños y brinde una respuesta “honesta” sobre el impacto de estos bombardeos en las capacidades nucleares de Irán, que hasta ahora eran objeto de supervisión internacional.
El mundo observa con creciente inquietud el desarrollo de esta crisis, mientras aumentan los llamados a la prudencia y a la contención para evitar un desenlace que podría poner en jaque la paz global.
