El cuerpo sin vida de Adhemar Ortega Arancibia, un joven de 28 años, fue encontrado este lunes a un costado de la carretera que conecta Santa Cruz con Cochabamba, específicamente a la altura del kilómetro 47, en las proximidades del municipio de Yapacaní, provincia Ichilo. El hallazgo conmocionó a la población local debido a las evidentes señales de violencia que presentaba la víctima: se encontraba maniatado y con dos impactos de bala en el pecho.
De acuerdo con el informe preliminar proporcionado por el Comando Policial de la provincia Ichilo, el cuerpo fue identificado gracias a la intervención de la hermana del fallecido. La mujer se presentó la tarde de este lunes ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) para reportar el hallazgo y confirmar la identidad de su hermano. Según el reporte oficial, el cadáver yacía entre los matorrales, en posición de cúbito lateral derecho. Las manos de la víctima estaban atadas a la espalda con lo que se presume era un cinturón de seguridad extraído de un vehículo, lo que refuerza la hipótesis de un asesinato planificado.
Tras la denuncia presentada por la familia, un equipo de la Felcc se desplazó hasta el lugar del hallazgo para proceder con el levantamiento legal del cadáver. El cuerpo fue posteriormente trasladado hasta la morgue del Hospital Municipal de segundo nivel de Yapacaní, donde se realizaría la autopsia correspondiente para determinar las causas exactas de la muerte y obtener mayores elementos que contribuyan a la investigación.
Según los datos brindados por los allegados de Ortega, el joven había sido reportado como desaparecido desde el sábado 21 de junio, día en que se dirigió hacia su chaco ubicado en el municipio de Entre Ríos, en el trópico de Cochabamba. Al no regresar y tras hallar su motocicleta abandonada en el trayecto, sus familiares iniciaron una intensa búsqueda y formalizaron una denuncia por secuestro ante la Felcc de Ivirgarzama, temiendo por su integridad.
