Con un discurso cargado de simbolismo, reivindicación social y mensajes políticos, el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, lanzó oficialmente su candidatura a la presidencia de Bolivia por la Alianza Popular, en un multitudinario acto realizado en la histórica Plaza Villarroel de La Paz. A sus 36 años, Rodríguez se presentó ante sus seguidores como un hombre de raíces humildes, hijo de “una madre de pollera y un padre agricultor”, destacando su origen popular como la base de su compromiso con el país.
“Estoy aquí presente con ustedes, mis queridos hermanos. Soy de la clase popular, de ustedes. Mi nombre es Andrónico Rodríguez Ledezma”, dijo al iniciar su discurso, evocando su historia personal ligada a las luchas sociales y políticas de los últimos años. “Hemos compartido momentos intensos, delicados, y también grandes victorias”, expresó ante una multitud que ondeaba banderas celestes, blancas y verdes, los colores de su alianza política, mientras coreaban con fuerza: “¡Andrónico presidente!”.
Uno de los momentos más esperados del evento fue la ratificación de su acompañante de fórmula: Mariana Prado, quien fue ministra durante el gobierno de Evo Morales. Rodríguez confirmó que Prado continuará como candidata a la vicepresidencia, despejando así las dudas que circularon en las últimas semanas sobre su permanencia en el binomio. “Este proyecto debe seguir con fuerza”, dijo, al tiempo que la presentó como una figura clave en la elaboración de su programa de gobierno y su propuesta económica para enfrentar la actual crisis del país.
Prado subió al escenario en medio de aplausos, reafirmando su compromiso con el proyecto político liderado por Rodríguez. El acto marcó su reaparición pública tras semanas de silencio y especulaciones.
Durante su intervención, el líder cocalero y actual presidente del Senado dejó en claro que ya cuenta con la mayoría de sus candidatos a la Asamblea Legislativa y aseguró que la Alianza Popular está lista para afrontar los desafíos electorales. “Nos quedan 50 días para las elecciones. Lo que está en juego es Bolivia, están en juego las grandes conquistas del bloque nacional popular de los últimos 15 años, los derechos colectivos que se lograron con tanto sacrificio”, subrayó.
El tono del discurso fue sereno, aunque con mensajes contundentes. Rodríguez no perdió la oportunidad de criticar al Gobierno de Luis Arce, responsabilizándolo por la crisis económica que atraviesa el país. Además, envió un mensaje directo al bloque evista del MAS, que ha insistido en que no habrá elecciones si Evo Morales no es habilitado como candidato. “Los que no están de acuerdo con las elecciones es que le tienen miedo al pueblo. Los que no están defendiendo la democracia y las urnas están en contra del sistema democrático”, manifestó.
En un gesto cargado de simbolismo, Rodríguez cambió de sombrero al menos cinco veces durante su discurso, luciendo desde un casco de trabajador petrolero hasta sombreros típicos del Chaco y del oriente boliviano, en un intento por representar la diversidad cultural del país y conectar con los distintos sectores que integran su base electoral.
El lanzamiento de su campaña no solo consolidó su candidatura presidencial, sino que también dejó clara su intención de disputar con fuerza el liderazgo dentro del bloque popular, en medio de un escenario político fragmentado por las disputas internas del MAS y una ciudadanía que busca alternativas frente a la crisis económica y el desgaste del oficialismo.