Desde Brasil, donde participó en la cumbre de los BRICS, el presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, lanzó duras críticas contra su exaliado y líder histórico del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, al acusarlo de actuar en complicidad con la derecha para bloquear al gobierno desde la Asamblea Legislativa y poner en riesgo la economía nacional y el proceso de industrialización de los recursos naturales.
En una entrevista concedida al medio internacional RT, Arce lamentó que la izquierda boliviana llegue dividida a las elecciones generales del próximo 17 de agosto, pese a los múltiples llamados a la unidad que, según aseguró, ha impulsado desde el Ejecutivo, incluyendo su renuncia a una posible candidatura con el fin de viabilizar una fórmula unificada.
“Vamos a seguir llamando a la unidad del movimiento popular porque está en riesgo no solo nuestro proceso revolucionario, sino también la economía y la soberanía sobre nuestros recursos naturales. Hay intereses extranjeros sobre el litio y otros recursos, que se evidencian en la dinámica política actual del país”, declaró el mandatario boliviano.
Arce aseguró que existen intereses internos y externos que buscan impedir que Bolivia avance en una industrialización soberana, genuinamente boliviana, y denunció que el actual contexto político refleja los obstáculos que enfrenta su gestión para desarrollar estos proyectos estratégicos.
En ese marco, volvió a acusar a Evo Morales de actuar de forma obstruccionista, esta vez en alianza con la derecha política, al bloquear las iniciativas del Ejecutivo desde la Asamblea Legislativa. Comparó la situación con un “cerco económico” similar al que sufre Cuba, según las declaraciones del presidente cubano Miguel Díaz-Canel.
“Lamentamos que haya sectores que no han entendido y han buscado beneficio propio, como es el caso del expresidente Evo Morales, quien ha hecho, juntamente con la derecha, una alianza para estrangularnos en la Asamblea Legislativa y también estrangular la economía”, sostuvo.
Arce criticó lo que calificó como una estrategia de desgaste deliberado contra su gobierno y alertó que, debido a estas acciones, se estaría allanando el camino para el retorno de la derecha al poder.
El presidente hizo énfasis en que el control sobre el litio y otros recursos naturales estratégicos está en el centro de la disputa política actual. Señaló que los sectores de derecha buscan, en última instancia, entregar estos recursos al imperialismo, y que, frente a ese escenario, la unidad del campo popular y progresista es crucial para defender la soberanía nacional.
“El pueblo boliviano tiene a los partidos políticos de izquierda como único mecanismo de defensa. Pero lamentablemente, hay sectores que no han entendido la magnitud de lo que está en juego”, apuntó.
Arce remarcó que su gobierno ha hecho todos los esfuerzos posibles por evitar la fractura del bloque popular y llamó nuevamente a dejar de lado los intereses personales para construir una unidad real frente al adversario común: la derecha que, a su juicio, busca volver al poder con ayuda de una crisis inducida.
Las declaraciones de Arce se dan en medio de una creciente polarización dentro del MAS, con el ala “evista” manteniendo una postura beligerante frente al Ejecutivo, y luego de que sectores campesinos afines a Morales amenazaran con impedir la realización de las elecciones si el expresidente no es habilitado como candidato.
El mandatario boliviano concluyó advirtiendo que el bloque derechista ya se considera ganador, no por mérito propio, sino por el trabajo de desgaste político y financiero al que ha sido sometido su gobierno —con la colaboración, dijo, de Evo Morales.
“Nosotros haremos todo el esfuerzo, lo hemos hecho y lo vamos a seguir haciendo para contener y enfrentar a ese bloque de la derecha, que ya se cree ganador gracias al trabajo de desgaste, de ahorcamiento financiero, hecho por la derecha en complicidad con el excompañero Evo Morales”, concluyó Arce.