El presidente de Bolivia, Luis Arce, sostuvo este miércoles que el expresidente Evo Morales comenzó una campaña de boicot contra su gestión a partir de 2023, motivado —según él— por los resultados de encuestas que posicionaban al actual mandatario con un alto nivel de apoyo popular, lo cual habría incomodado al exjefe de Estado y líder del Movimiento al Socialismo (MAS).
Durante una entrevista difundida por un medio estatal, Arce relató que, tras superar la crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19 y haber triunfado en las elecciones generales de 2020, su administración logró generar una respuesta positiva en la ciudadanía. Según explicó, estudios de opinión realizados en 2023 indicaban que el binomio conformado por él y el vicepresidente David Choquehuanca gozaba de la mayor popularidad y respaldo entre la población.
“Ese fue nuestro delito, estar bien posicionados ante el pueblo”, expresó el mandatario, insinuando que esta buena aceptación provocó el malestar de sectores internos del MAS que no deseaban su repostulación. En particular, señaló a Evo Morales como principal promotor de un intento de sabotaje. “Él quería ser el candidato, lo dice hasta ahora, que quiere ser candidato por las buenas o por las malas. Y así empezó el boicot y sabotaje, el acuerdo con la derecha”, afirmó Arce.
El jefe de Estado fue más allá, al sostener que tanto Morales como sectores de oposición habrían tejido un “pacto impensable” con el objetivo común de desestabilizar al gobierno nacional. En ese sentido, acusó al evismo de trabajar conjuntamente con la derecha para debilitar su gestión a través de un “complot”.
“Intentaron que dejemos el gobierno de forma anticipada. Buscaron acortar el mandato mediante movilizaciones y bloqueos de caminos, todo con el objetivo de reposicionar a Evo como candidato, suponiendo que le irá bien”, dijo Arce, advirtiendo que esta lógica no solo ha dañado a su gestión, sino a toda la izquierda política del país.
El presidente también responsabilizó directamente a Morales y su entorno por las consecuencias económicas y sociales que, según él, derivaron de esta estrategia de boicot. “En 2023 este sabotaje empieza a golpear los bolsillos de la población. No dieron brazo a torcer”, enfatizó.
En ese marco, lamentó que los promotores del bloqueo “no hayan tenido en cuenta los efectos para la gente”. “No les importó que la población haga largas filas en las estaciones de servicio o que los precios se disparen. Hicieron cálculos políticos para ganar poder, saboteando nuestra gestión con la complicidad del evismo”, concluyó el mandatario.