El atentado perpetrado contra Mónica Ferrero, jefa de fiscales de Uruguay, estaría estrechamente relacionado con el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset. Así lo informó la emisora Radio Sarandí, citando a fuentes gubernamentales que indican que el caso apunta directamente a la red criminal liderada por Marset, actualmente prófugo de la justicia.
De acuerdo con estas fuentes, los servicios de inteligencia manejan como hipótesis principal que Marset se encuentra escondido en Bolivia, bajo la protección de organizaciones criminales locales y del grupo brasileño Primer Comando de la Capital (PCC), que opera en la frontera entre Bolivia y Brasil.
La revelación surge tras la detención de dos hermanos presuntamente involucrados en el atentado contra Ferrero, un hecho que afortunadamente no dejó víctimas fatales, aunque ha encendido las alarmas sobre la creciente influencia del narcotráfico en la región.
Según la información divulgada por Radio Sarandí, Fernando Fernández Albín —considerado el principal socio de Marset en Uruguay— habría perdido varios cargamentos de cocaína durante operativos antidrogas, lo que habría motivado una represalia directa contra la fiscal Ferrero. El ataque se habría ordenado como una “muestra de poder del narco internacional”, señala el medio.
En un principio, no se hallaban indicios que vincularan a Marset con el atentado. Sin embargo, los recientes arrestos y nuevas líneas de investigación abren la posibilidad de que el ataque haya sido ordenado directamente por el propio narcotraficante, quien es buscado por la justicia boliviana por diversos delitos vinculados al crimen organizado.