Un grave caso de violencia escolar y consumo de drogas conmociona a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, luego de que un estudiante de 13 años denunciara haber sido amenazado y agredido con cuchillos por un grupo de compañeros en un colegio del Plan Tres Mil. El motivo del ataque, según su madre, fue que el menor se negó a consumir drogas dentro del establecimiento educativo.
La madre relató que su hijo viene sufriendo golpizas y amenazas constantes por parte de un grupo de adolescentes de entre 15 y 16 años, quienes lo presionan para unirse a su grupo y consumir sustancias controladas.
“Mi hijo no quiso consumir drogas y por eso lo golpeaban todos los días. Hay fotos de los golpes en su cara, en el ojo y en la boca. También videos de cómo lo agreden en la calle”, denunció la mujer ante los medios locales.
El intento de ataque ocurrió a la salida del colegio, cuando varios alumnos esperaban al menor. Según la denuncia, uno de los agresores habría gritado:
“Agárrenlo y nosotros lo acuchillamos”, mientras intentaban rodearlo con cuchillos en mano.
Tras la denuncia de la madre, los profesores y directivos del colegio realizaron una revisión de las mochilas de los presuntos agresores, donde encontraron dos cuchillos de gran tamaño y otros objetos punzocortantes.
El director del establecimiento, Félix Condori, confirmó el hallazgo e indicó que el estudiante portador de las armas fue suspendido de manera preventiva.
“Se encontraron armas blancas en poder de un estudiante. Se procedió a la revisión disciplinaria y a la suspensión del alumno involucrado”, declaró la autoridad educativa.
El adolescente que tenía los cuchillos aseguró que los llevaba “para defenderse” de otros estudiantes y de supuestos jóvenes externos que los hostigaban para consumir drogas, según explicó Condori.
El hecho más grave ocurrió cuando el estudiante suspendido regresó al colegio acompañado de otros menores y un adulto en motocicleta, con la intención de agredir nuevamente al niño de 13 años.
“Lo esperaban como veinte personas y un adulto en moto. Le dijeron: ‘Agárrenlo y nosotros lo acuchillamos’. Por suerte, llegó el director y evitó lo peor”, relató la madre, visiblemente consternada.
A pesar de la expulsión del agresor, las amenazas continúan dentro y fuera del establecimiento, según la familia de la víctima.
La madre cuestionó la falta de actuación de las autoridades escolares, asegurando que no se activaron los protocolos de protección que establece la ley.
“El director me pide calma, pero no llamó a la Policía ni a la Defensoría. ¿Qué estaban esperando? ¿La muerte de mi hijo?”, reclamó.
Exige la intervención inmediata de la Defensoría de la Niñez y de la Policía, para garantizar la seguridad del menor, quien a pesar del miedo sigue asistiendo a clases.
Desde la Estación Policial Integral (EPI) 3 del Plan Tres Mil informaron que ya tomaron conocimiento del caso y que se ha iniciado una investigación formal para identificar a todos los involucrados y determinar las responsabilidades.
Padres de familia del área denunciaron que la venta y consumo de drogas alrededor del colegio se ha vuelto un problema frecuente y demandaron mayor presencia policial, especialmente durante los horarios de ingreso y salida de los estudiantes.
