A una semana de haber asumido la Presidencia del Estado, Rodrigo Paz hizo pública una de las evaluaciones más duras sobre la situación económica heredada. Según el mandatario, las finanzas del país atraviesan una crisis severa, cuya magnitud —dijo— se explica por un presunto desfalco de al menos 15.000 millones de dólares atribuido a los gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS).
En una declaración directa y sin matices, Paz afirmó que el país fue despojado de parte de su porvenir por “unos cuantos ladrones” que habrían manejado los recursos estatales durante las últimas dos décadas. “Nos han robado parte del futuro de la patria unos cuántos ladrones. Hasta ahora estamos en una cifra tan espectacular, tan importante como poco más de 15.000 millones de dólares”, sostuvo el jefe de Estado, enfatizando que la cifra continúa en verificación.
El presidente explicó que, debido a esta compleja realidad financiera, todavía no es posible avanzar en el plan de Gobierno que presentó para transformar lo que denomina el “Estado tranca”. Señaló que la administración actual se encuentra realizando labores de diagnóstico profundo antes que acciones de reforma estructural, pues la situación heredada es peor de lo previsto.
“No estamos transformando el Estado, básicamente estamos haciendo una autopsia. El Estado está muerto porque se han robado más de 15 millones de dólares y la cifra parece que va a ir creciendo”, manifestó, graficando con crudeza el nivel de deterioro institucional y económico que asegura haber encontrado.
Paz aclaró que los datos divulgados este domingo constituyen solo un adelanto de una investigación más amplia que continúa en curso. No descartó que el monto del presunto “robo” sea aún mayor y adelantó que toda la información procesada por los ministerios será puesta en conocimiento de la población en cumplimiento de su compromiso de transparencia.
En esa misma línea, recordó que, según su criterio, “los responsables se fueron hace siete días, después de 20 años de mala gestión”, aludiendo a los anteriores gobiernos. Además, aseguró que su administración no permitirá que estos hechos queden sin castigo.
El mandatario fue enfático al señalar que “no habrá impunidad” y que las denuncias presentadas este domingo serán formalizadas ante las instancias correspondientes, reafirmando así su decisión de impulsar procesos legales contra los presuntos responsables del daño económico al Estado.







