El ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, afirmó que la eliminación del subsidio a los combustibles permitió al país generar un ahorro aproximado de 10 millones de dólares por día y reducir de manera significativa el contrabando de diésel, uno de los principales factores que, según explicó, provocaba la salida de divisas y el desabastecimiento en el mercado interno.
En una entrevista concedida a Bolivia Tv, la autoridad informó que, en los primeros cuatro días de vigencia del Decreto Supremo 5503, el ahorro acumulado ya alcanza los 40 millones de dólares. Precisó que estos recursos dejan de destinarse a la subvención y permanecen dentro de la economía nacional, lo que contribuye a aliviar la presión sobre las reservas internacionales. “Este beneficio no es del Gobierno, es de la gente, porque evita un desgaste insostenible de los dólares del país”, sostuvo.
Medinaceli comparó el impacto económico del subsidio con los créditos internacionales recientemente anunciados por el Estado. Indicó que un financiamiento de 100 millones de dólares, como el otorgado por Japón, habría alcanzado únicamente para cubrir 10 días de subvención a los combustibles. De igual forma, señaló que un crédito de 500 millones de dólares de la CAF se habría consumido en apenas 50 días. “Esa era la magnitud real del problema que enfrentábamos”, enfatizó.
El ministro aseguró que uno de los efectos inmediatos de la medida fue la reducción del contrabando de diésel en las zonas fronterizas. De acuerdo con reportes oficiales, los camiones ilegales dejaron de realizar filas en las estaciones de servicio, lo que permitió que el combustible fluya de manera regular hacia los transportistas y productores del país. Incluso, indicó que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) registra actualmente una acumulación de volúmenes en sus tanques de almacenamiento.
Respecto a los precios, Medinaceli defendió las tarifas fijadas tras la eliminación del subsidio, señalando que el diésel se comercializa a Bs 9,80 y la gasolina a Bs 6,96. Subrayó que, pese a estos ajustes, Bolivia continúa siendo uno de los países con los combustibles más baratos de la región. Explicó que la diferencia de precios se debe a que el país importa casi la totalidad del diésel que consume, mientras que produce cerca del 50% de la gasolina que se comercializa en el mercado interno.
Finalmente, el titular de Hidrocarburos sostuvo que los recursos ahorrados serán destinados al fortalecimiento de los planes sociales y al apoyo a la actividad productiva. Advirtió que mantener el subsidio habría provocado un “mal mayor”, como un fuerte incremento del tipo de cambio y una eventual crisis energética. “El diésel más caro es el que no se tiene”, concluyó.







