Este martes por la tarde, los pobladores de Yapacaní intensificaron sus protestas al cerrar las válvulas del pozo Yarará X-2 y advirtieron que, de no aprobarse el contrato para la construcción de una carretera, cerrarán otra válvula este miércoles.
“Señores, el bloqueo no le ha importado al Gobierno. Hemos sido muy pacientes y ahora están las consecuencias”, expresó Israel Marquina, dirigente en Yapacaní.
Marquina responsabilizó al presidente de la Cámara de Diputados, Israel Huaytari, por esta medida extrema. Además, dio un plazo de 24 horas para la aprobación del proyecto de ley que permitiría la construcción del tramo carretero que inicia en Yapacaní. De lo contrario, prometió que radicalizarían aún más su protesta.
“Señor Huaytari, usted es el único responsable de lo que está pasando y lo que va a pasar. Le doy un plazo de 24 horas, escúcheme bien, por favor, 24 horas y lo voy a cumplir. Entonces, en las 24 horas y el día de mañana, en el mismo horario, voy a cerrar las válvulas del otro pozo”, reiteró Marquina.
Uno de los trabajadores presentes en el pozo petrolero confirmó que las válvulas del pozo Yarará X-2 habían sido cerradas y que el equipo se encontraba en estado de “stand by”. “Vamos a comentar a la gerencia. Ahora hay que esperar qué dice la gerencia y se maneja a ese nivel”, manifestó el trabajador.
En respuesta al cierre de válvulas, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) emitió un comunicado advirtiendo sobre las pérdidas económicas y la posible afectación al suministro de energía. “Se aplicarán las sanciones penales que correspondan en caso de que ingresen a los predios y dañen la infraestructura”, señaló el comunicado de YPFB en su parte final.
Esta situación pone en evidencia la tensión creciente entre los pobladores de Yapacaní y el gobierno, marcando un punto crítico en la demanda por la construcción de la carretera, un proyecto esencial para la región según los dirigentes locales.