El 17 de septiembre, en el marco de la marcha liderada por el expresidente Evo Morales hacia La Paz, la periodista Irene Torrez Goitia, corresponsal de una cadena de televisión nacional, fue víctima de agresiones físicas por parte de un grupo de manifestantes afines a Morales. Según el informe de la Unidad de Monitoreo de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), uno de los marchistas golpeó a Torrez en la espalda con un palo, y posteriormente la amenazaron para que borrara las imágenes que capturaban el ataque a personas vinculadas al Gobierno.
El violento incidente tuvo lugar en la localidad de Vila Vila, a 180 kilómetros de La Paz, aproximadamente a las 15:00 horas. Además de la agresión sufrida por Torrez, un reportero de SEO Tv también fue atacado en el mismo lugar y se le impidió grabar a los manifestantes que bloqueaban la carretera.
Torrez, quien estaba transmitiendo en vivo para Cadena A, relató que se acercó a ayudar a una persona que presentaba una hemorragia en el rostro cuando fue agredida por primera vez. Poco después, otro grupo de hombres la atacó nuevamente, intentando arrebatarle su credencial de prensa y profiriendo insultos de carácter sexista.
La periodista explicó a la ANP que recibió un fuerte golpe en la espalda que la hizo caer de rodillas, dejándola aturdida. Sin embargo, pudo recuperarse cuando un testigo pidió que no la golpearan más. A pesar de esto, un grupo de siete hombres la intimidó y obligó a borrar los videos que mostraban las agresiones a los partidarios del Gobierno.
Torrez fue socorrida por un vehículo del Defensor del Pueblo y trasladada a un centro médico en Panduro, donde fue tratada por un trauma policontuso en la espalda. El Ministerio de Salud informó que durante esa jornada se registraron 26 heridos.
La marcha, que partió de Caracollo, está liderada por Evo Morales y se dirige a La Paz con el objetivo de exigir soluciones a la crisis económica que enfrenta el país. Morales también ha manifestado su interés en habilitarse para las elecciones de 2025.
La agresión contra la periodista ha sido ampliamente condenada por organizaciones de prensa. Mabel Antezana, asesora legal de la ANP, calificó el ataque como un atentado contra el derecho al trabajo de Torrez y señaló que las lesiones graves, amenazas y coacción sufridas por la periodista constituyen delitos. Torrez ha presentado una denuncia formal ante las autoridades, exigiendo la reparación de los daños y la devolución de su credencial de prensa, la cual fue arrebatada durante el ataque.
La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y el Círculo de Mujeres Periodistas de La Paz también emitieron un comunicado expresando su preocupación por el creciente número de agresiones a periodistas en el país. En su declaración, recalcaron la falta de protección y garantías para los profesionales de la comunicación, especialmente para las mujeres periodistas, quienes enfrentan una vulneración sistemática de sus derechos humanos.
Zulema Alanes, presidenta de la ANPB, lamentó la impunidad que rodea a este tipo de agresiones y subrayó la importancia de que el Estado boliviano garantice el derecho a la libertad de expresión y la seguridad de los periodistas, investigando estos hechos y sancionando a los responsables.
