En un giro inesperado digno de una telenovela de medianoche, un hombre, cuyo nombre mantendremos en el anonimato para proteger su… ¿dignidad?, se convirtió en el protagonista de una historia que ha dejado a las redes sociales en llamas. Todo comenzó con una inocente (y eterna) fila para cargar gasolina.
Nuestro héroe, o antihéroe, según se mire, decidió que la espera era demasiado para su paciencia y su trasero, así que optó por una siesta reparadora en su hogar. ¡Gran error! Al llegar, se encontró con una escena que lo dejó más despierto que un triple espresso: su esposa, en una situación comprometedora con un… ¿invitado?
La reacción fue épica. Olvidándose de la gasolina y de las buenas costumbres, el esposo enfurecido sacó al amante a la calle, ¡completamente desnudo! Sí, lo leíste bien, como Dios lo trajo al mundo. Y ahí, en plena vía pública, le propinó una paliza que haría palidecer al mismísimo Rocky Balboa.
El video, que se ha viralizado más rápido que un meme de gatos, muestra al amante intentando cubrir sus partes pudendas mientras recibe una lluvia de golpes. La escena es tan surrealista que uno no sabe si reír, llorar o llamar a la policía.
Pero la cosa no termina ahí. Según fuentes cercanas (léase, los vecinos chismosos), antes de la pelea campal, el esposo le reclamó airadamente a su mujer, preguntándole cómo se atrevía a engañarlo mientras él sacrificaba su tiempo y su cordura en la fila de la gasolinera. ¡La ironía!
Este culebrón de la vida real nos deja con varias preguntas: ¿Qué es más difícil, conseguir gasolina o mantener un matrimonio? ¿El amante aprenderá a tocar el timbre antes de entrar? ¿Y lo más importante, alguien le prestó ropa al pobre hombre?
Manténganse sintonizados para más actualizaciones de esta historia que parece sacada de un guion de Hollywood, pero con menos presupuesto y más golpes.
