El juez cautelar Roberto Arias determinó este martes la detención preventiva de Fernando Bowles Velasco por un periodo de 180 días en el recinto penitenciario de Palmasola, en Santa Cruz. Bowles fue imputado por el delito de violencia familiar, luego de ser acusado de propinar una salvaje golpiza a su expareja, quien resultó con múltiples lesiones de gravedad.
La audiencia se llevó a cabo en horas de la mañana, tras la aprehensión del imputado por parte de efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv). El fiscal asignado al caso, Alberto Hurtado, presentó la imputación formal basándose en la denuncia de la víctima y las pruebas recolectadas durante la investigación preliminar.
De acuerdo con el informe policial, Bowles y la víctima habían mantenido una relación de convivencia que terminó debido a constantes discusiones y episodios de conflicto. Tras la separación, la mujer se trasladó a vivir con su madre. Sin embargo, el domingo pasado, Fernando Bowles insistió en comunicarse con ella mediante múltiples llamadas telefónicas para invitarla a un almuerzo en su domicilio, ubicado en un condominio de la zona norte de Santa Cruz.
La víctima accedió a la invitación, pero al llegar al lugar notó que Bowles estaba consumiendo bebidas alcohólicas. Aunque la reunión transcurrió sin incidentes durante el almuerzo, la situación cambió drásticamente por la tarde. Cuando la mujer intentó retirarse del lugar, advirtió que todas las salidas del inmueble estaban cerradas.
Fue entonces cuando Bowles comenzó a golpearla violentamente con los puños, provocándole heridas de consideración en el rostro, el cuello y diversas partes del cuerpo. Posteriormente, el agresor huyó del lugar, dejando a la víctima herida y en estado de shock.
Tras recibir la denuncia, agentes de la Felcv iniciaron una operación que culminó con la aprehensión de Bowles, quien fue puesto a disposición del Ministerio Público. En la audiencia cautelar, el juez Arias ofreció al imputado la posibilidad de ejercer su defensa material; sin embargo, este optó por guardar silencio.
Ante la gravedad de los hechos y el riesgo procesal de fuga o entorpecimiento de la investigación, el juez determinó su traslado inmediato a la cárcel de Palmasola, donde permanecerá bajo detención preventiva por un lapso inicial de 180 días, mientras se desarrollan las investigaciones correspondientes.
El caso ha generado preocupación y repudio en la población, en un contexto donde la violencia contra las mujeres continúa siendo una problemática alarmante en Bolivia.
