El diputado por Beni, Genghis Justiniano, lanzó este miércoles una severa advertencia sobre la crítica situación que vive su departamento debido a la escasez de combustibles, y responsabilizó al Gobierno nacional por lo que calificó como una clara señal de la “mala administración” generada por el conflicto interno en el Movimiento Al Socialismo (MAS).
En una conferencia de prensa ofrecida en la Asamblea Legislativa, el legislador denunció que la gasolina está siendo comercializada a precios exorbitantes en varias regiones del Beni, como en el caso de la unidad de venta denominada “bimbo” —un recipiente de 2 litros— que estaría costando hasta 50 bolivianos. “¿De qué subvención están hablando? ¿De qué garantía del combustible a nivel nacional están hablando?”, cuestionó Justiniano, visiblemente molesto por la falta de respuestas efectivas del Ejecutivo.
El diputado beniano aseguró que el conflicto político entre el presidente Luis Arce, el expresidente Evo Morales y el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez —a quien calificó como “el hijo político de ambos”— está pasando factura a la población boliviana, particularmente en regiones alejadas como Beni, donde las consecuencias son palpables y graves.
En su exposición, Justiniano informó que al menos tres provincias del departamento —Iténez, Mamoré y Yacuma— llevan más de 20 días sin recibir combustibles. “Ninguno de sus dos surtidores está operando”, lamentó, señalando que la paralización del suministro ha obligado a muchas personas a desplazarse a Trinidad, capital departamental, con la esperanza de conseguir carburantes.
Sin embargo, la situación en Trinidad tampoco ofrece alivio. El diputado denunció que en esa ciudad apenas se está distribuyendo menos del 50% del volumen habitual de combustible a las estaciones de servicio. “El abastecimiento solo se da entre tres a cuatro horas al día, y los fines de semana no hay absolutamente nada”, afirmó.
Como consecuencia directa, el servicio de transporte se ha visto severamente afectado. Según el legislador, el 80% de los mototaxis están paralizados, mientras que el transporte interprovincial ha reducido su actividad en un 60%. “Las familias deben hacer filas de entre cinco a siete días para conseguir apenas unos litros de gasolina”, relató Justiniano, describiendo un panorama dramático para los habitantes del Beni.
El diputado también dirigió duras críticas a las instituciones responsables de garantizar el suministro de carburantes en el país. “ANH y YPFB se llenan la boca de propagandas políticas diciendo que están abasteciendo el mercado local, cuando eso es totalmente falso”, sentenció, exigiendo que se pongan en marcha soluciones reales y urgentes para enfrentar esta crisis.