Una adolescente de 15 años fue imputada por el delito de tentativa de asesinato tras protagonizar un violento ataque con arma blanca contra una compañera de 13 años en el baño de su unidad educativa, ubicada en la zona de Satélite Norte del municipio de Warnes. El caso, que conmocionó a la comunidad educativa y al país entero, ha revelado detalles escalofriantes que apuntan a una premeditación con al menos un día de anticipación.
De acuerdo con las investigaciones realizadas por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), la Defensoría de la Niñez y la Fiscalía, la agresora confesó haber planeado el hecho motivada por una mórbida curiosidad: “Quería saber qué se sentía matar a otra persona”, declaró la menor durante su comparecencia ante la Defensoría, según informó el fiscal a cargo, Luis Alba.
La Fiscalía detalló que la imputada sacó un cuchillo de su vivienda y, con el objetivo de atraer a su víctima, compró una manilla como pretexto para llevarla al baño del colegio. Una vez allí, la atacó brutalmente, asestándole más de 20 puñaladas. Entre las heridas, al menos una comprometió órganos vitales como los pulmones y el riñón, lo que puso en riesgo inminente la vida de la víctima.
La niña agredida fue trasladada de emergencia al Hospital Japonés de Santa Cruz, donde permanece internada en estado delicado. Ha sido sometida a múltiples cirugías y su familia, además de vivir momentos de angustia, ha solicitado ayuda económica para cubrir los elevados costos médicos derivados de la gravedad de las lesiones.
Las investigaciones preliminares han identificado que el ataque estuvo motivado por celos y resentimiento que la agresora sentía hacia su compañera. “La adolescente dijo que lo hizo porque sentía rabia por la otra menor y quería saber qué se sentía matar a alguien. En este caso, hubo alevosía, saña, premeditación, planificación del hecho hasta la ejecución del mismo”, afirmó el fiscal Alba.
Debido a la violencia del incidente, las autoridades educativas decidieron suspender temporalmente las clases mientras avanzan las investigaciones.
La agresora fue imputada por el delito de tentativa de asesinato. Según la Ley 548 del Código Niña, Niño y Adolescente, al tratarse de una menor de edad, podría enfrentar una pena de hasta cuatro años de privación de libertad en un centro de reclusión para adolescentes infractores. No obstante, la figura penal podría agravarse si la víctima no logra sobrevivir, advirtió el fiscal.
El padre de la agresora rompió el silencio y declaró que su hija actuó bajo presión. “Mi hija jura que fue amenazada, que si no lo hacía le iban a hacer daño a sus hermanos”, señaló entre lágrimas, sugiriendo la posible participación de una tercera persona en el caso, cuya identidad estaría siendo investigada.