La incertidumbre que mantenía en vilo a miles de ahorristas sobre cuándo podrían retirar sus dólares depositados en el sistema financiero nacional finalmente tiene un horizonte temporal. El ministro de Economía y Finanzas Públicas, José Gabriel Espinoza, anunció que la normalización del retiro de dólares podría concretarse en un plazo de dos a tres trimestres.
Espinoza reconoció que “evidentemente los ahorristas quieren recuperar sus recursos” y aseguró que el Gobierno es plenamente consciente de esta necesidad. Por ello, explicó que una de las prioridades actuales es continuar fortaleciendo las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia (BCB), un elemento clave para restablecer el flujo normal de la divisa estadounidense en el sistema financiero.
El anuncio fue recibido como una señal positiva por diversos analistas económicos. Germán Molina, economista, destacó que esta noticia representa un paso importante hacia la reconstrucción de la confianza tanto de los ahorristas como de los agentes económicos. Subrayó que, al garantizar la posibilidad de volver a retirar dólares, también se incentiva la dinámica natural de depósitos en esa moneda.
Molina añadió que este anuncio debe complementarse con la reciente abrogación de cuatro impuestos vinculados a la actividad empresarial, una medida que calificó como favorable. En particular resaltó la eliminación de cobros por introducir, sacar o realizar transacciones superiores a 2.000 dólares, acción que considera una señal de respeto hacia el sector privado.
Sin embargo, el economista fue prudente sobre los plazos anunciados por el Gobierno. Señaló que, en materia económica, poner fechas exactas puede generar expectativas que, de no cumplirse, podrían afectar la credibilidad de las autoridades. Aun así, valoró la intención de avanzar hacia una solución.
Por su parte, el economista Fernando Romero también calificó como positiva la posibilidad de devolver los dólares a los ahorristas, quienes desde 2023 enfrentan dificultades para retirar sus depósitos en moneda extranjera. No obstante, advirtió que el Gobierno debe definir claramente cuáles serán las fuentes de financiamiento para cumplir con este compromiso.
“No me imagino que cerca del 30% de la línea de financiamiento por 9.000 millones de dólares se vaya a destinar a la devolución de los depósitos. También se deberá definir si la devolución será total o parcial”, afirmó Romero, señalando la necesidad de una planificación responsable.
Ambos analistas coincidieron en que el anuncio genera expectativas favorables y refleja una intención gubernamental de encarar la situación de forma ordenada y responsable.
Romero recordó que el denominado “corralito técnico” que afecta a los depósitos en dólares es consecuencia de una serie de medidas adoptadas en los últimos años. Desde 2023, los ahorristas perdieron gradualmente la posibilidad de retirar libremente sus dólares, debido a que la divisa comenzó a concentrarse en el BCB.
Un punto de inflexión se produjo en marzo de 2023, cuando el Banco Central pasó a convertirse en el principal —y casi único— proveedor de dólares, profundizando la escasez en el mercado. Este escenario estuvo marcado por años de operaciones de intercambio voluntario entre la banca privada y el BCB, vigentes desde 2017, además de la obligación actual de que instituciones públicas entreguen sus divisas al Banco Central para atender importaciones y deudas del Estado.
Para Alejandro Banegas, exdirector del BCB, la eventual devolución de dólares no solo permitirá recuperar la confianza del sistema financiero, sino que tendrá efectos directos en la estabilización del tipo de cambio. “Lograr un equilibrio en el tipo de cambio será uno de los primeros impactos, y no es un dato menor. Es un efecto que tendrá un alcance importante en la actividad económica del país”, aseguró.
Banegas consideró necesario implementar un plan de devolución escalonado, estimando un monto de 2.700 millones de dólares como objetivo inicial, de manera que el proceso no genere presiones excesivas sobre la capacidad financiera del Gobierno.







