Dos niños permanecen en estado crítico luego de la explosión de un vehículo en un surtidor del municipio de Portachuelo, en Santa Cruz, hecho que también dejó gravemente herida a su madre, quien cursa las primeras cinco semanas de embarazo. El menor de tres años es el más afectado: presenta quemaduras en el rostro, manos, tórax y extremidades inferiores, con un 50% de su cuerpo comprometido.
El especialista del Hospital de Niños, Carlos Vacaflor, informó que el pequeño requiere una intervención quirúrgica; sin embargo, el equipo médico está evaluando cuidadosamente el momento adecuado para llevarlo al quirófano debido a la gravedad de su condición. “Parece que va a tardar más en poder entrar a cirugía. El riesgo es muy alto. Se tiene que valorar bien el momento, cuando el paciente esté en condiciones”, explicó el médico.
La hermana del niño, una pequeña de un año y diez meses, también sufrió quemaduras en un 30% de su cuerpo. Aunque su estado sigue siendo delicado, mostró una leve mejoría y ya no requiere intubación. La madre, por su parte, tiene más del 60% del cuerpo afectado por el fuego y continúa recibiendo atención especializada en terapia intensiva.
La tragedia ocurrió el viernes 28 de noviembre, cuando el conductor del vehículo —quien se dio a la fuga tras el incidente— intentó cargar combustible sin hacer descender a los ocupantes, infringiendo los protocolos de seguridad establecidos en los surtidores. La explosión generó un incendio inmediato que envolvió el vehículo y alcanzó a la familia.
Este martes, la Fiscalía emitió una orden de aprehensión contra el chofer, quien es investigado por recepción ilegal de combustible, omisión de socorro y manipulación informática. De acuerdo con el Ministerio Público, el vehículo tenía registros adulterados que le permitían acceder a la compra de carburante de manera irregular, presuntamente para su reventa al raleo.
La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) confirmó que el conductor abandonó la escena sin brindar auxilio a las víctimas. Mientras tanto, la Policía continúa con los operativos para dar con su paradero.
La familia permanece internada en terapia intensiva, con un pronóstico reservado. Los médicos señalaron que las próximas horas serán decisivas para los dos menores, mientras la madre continúa enfrentando un tratamiento complejo debido a la profundidad de sus quemaduras.







