Un suceso sin precedentes encendió las alarmas en Santa Cruz. Una turba de 30 personas atacó las instalaciones de la Aduana Nacional de Bolivia en la capital oriental. Aunque a nivel nacional se reportan ataques de contrabandistas en puntos de control fronterizos, es la primera vez que se registran este tipo de agresiones en plena mancha urbana de una ciudad capital del eje central del país.
El gerente general de la Aduana regional, José Luis Mollinedo, relató que pasadas las 9:30 de la mañana, una turba de 30 personas, algunas portando armas de fuego, ingresó en las oficinas de la entidad con la intención de recuperar dos tractocamiones que transportaban un cargamento de harina de contrabando.
El cargamento fue retenido tras un operativo de inteligencia que permitió la intercepción de varios camiones que transportaban harina argentina de manera ilegal. Durante el procedimiento, estas personas atacaron al personal de la aduana y a los agentes policiales.
“Han atentado contra el personal con armas de fuego, poniendo en riesgo la vida de los funcionarios y de quienes se encontraban en las instalaciones”, informó Mollinedo.
Los atacantes causaron destrozos significativos, rompiendo ventanas y equipos dentro del edificio, con la clara intención de recuperar la carga incautada.
“Gracias a la rápida acción de la policía y a la planificación de contingencia, se logró evacuar a todos los presentes, evitando víctimas. Sin embargo, los daños materiales fueron considerables, incluyendo la destrucción de vehículos y computadoras”, explicó Mollinedo.
Las autoridades policiales detuvieron a 26 personas implicadas en el ataque, muchas de las cuales tienen antecedentes penales.
“Este es un gobierno que va a luchar frontalmente contra el contrabando. Estamos cuidando la economía del país, al pequeño productor y a la industria, y no vamos a parar”, afirmó Mollinedo.
Los productos confiscados serán destruidos y se iniciarán procesos penales contra los detenidos. Este incidente refleja la creciente violencia y organización de los grupos dedicados al contrabando, comparables con estructuras del narcotráfico.
“Son dos tractocamiones repletos de harina argentina que estaban queriendo comercializar de manera ilegal. Lo preocupante es que son organizaciones y grupos de choque muy similares a los del narcotráfico”, subrayó el funcionario aduanero.