El vocero presidencial de Argentina, Manuel Adorni, aseguró este lunes que el comunicado emitido por la oficina del presidente Javier Milei sobre el asalto militar en Bolivia es “simplemente una descripción de los hechos”. Adorni afirmó que fueron extremadamente cautelosos al redactar el comunicado y que no creen que este vaya a generar ningún conflicto, ya que solo presenta una recopilación de diferentes informaciones obtenidas por los canales habituales del gobierno.
El comunicado, emitido el 30 de junio, repudia la “falsa denuncia de golpe de Estado realizada por el gobierno de Bolivia el día miércoles 26 de junio y confirmada como fraudulenta en el día de la fecha”. Además, el documento asegura que Bolivia tiene más de 200 “presos políticos”, entre ellos la expresidenta Jeanine Áñez y el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho.
Estas declaraciones provocaron indignación en el gobierno de Luis Arce. La Cancillería boliviana emitió un comunicado rechazando enérgicamente las “inamistosas y temerarias declaraciones” de la oficina del presidente argentino. El gobierno boliviano calificó las aseveraciones de desinformadas y tendenciosas, especialmente en relación con la existencia de presos políticos y la negación de un intento de golpe de Estado militar fallido. En su pronunciamiento, Bolivia instó a Argentina a informarse adecuadamente y a respetar los principios de soberanía y no intervención en asuntos internos de otros estados.
En respuesta a las declaraciones argentinas, la ministra de la Presidencia de Bolivia, María Nela Prada, en su calidad de canciller interina, anunció la convocatoria del embajador argentino en La Paz, Marcelo Adrián Massoni, para expresar el enérgico rechazo de Bolivia por las declaraciones de la oficina del presidente Milei.
A pesar de la controversia, el vocero argentino insistió en que respetan la democracia y mantuvo su postura sobre la existencia de “presos políticos” en Bolivia. Adorni mencionó que en Bolivia podría haber habido “algún tipo de falta de claridad en sus juicios o irregularidades”.
Este intercambio de declaraciones ha generado tensiones diplomáticas entre ambos países, subrayando la delicada situación política en Bolivia y las divergencias en la percepción de los eventos recientes entre los gobiernos de Argentina y Bolivia.