Ramiro Herrera, director municipal de Recaudaciones, informó que la mora tributaria en el municipio de Montero ha alcanzado la alarmante cifra de 370 millones de bolivianos. Ante esta situación, el Gobierno Municipal ha decidido implementar una serie de medidas drásticas con el objetivo de reducir la deuda y garantizar recursos esenciales para la gestión municipal.
En el transcurso de este año, una de las acciones más contundentes ha sido el congelamiento de 97.000 cuentas bancarias pertenecientes a contribuyentes que mantienen deudas tributarias. Esta medida se realizó en coordinación con la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), lo que demuestra el nivel de seriedad y coordinación entre las entidades para enfrentar este problema.
Herrera explicó que la iniciativa de congelar cuentas tiene como finalidad disminuir la deuda pendiente por impuestos relacionados con inmuebles, vehículos y actividades económicas anteriores a la gestión 2022. Sin embargo, esta no es la única medida que la Alcaldía de Montero está implementando. Junto con la Dirección Nacional de Tránsito, se procederá a la captura de vehículos cuyos propietarios tienen deudas impositivas, aumentando así la presión sobre los deudores para que regularicen su situación.
Paralelamente, el municipio ha establecido una serie de incentivos fiscales para aquellos contribuyentes que cumplan con sus obligaciones a tiempo. Entre estos beneficios, Herrera destacó un descuento del 10% en el pago de impuestos a la propiedad de inmuebles, vehículos y actividades económicas anteriores a la gestión 2023, vigente hasta el 16 de julio. Asimismo, se ofrece un descuento del 20% para las actividades económicas correspondientes a la gestión 2024, con el fin de fomentar el cumplimiento fiscal y aliviar la carga económica de los contribuyentes cumplidores.
Pese a estas medidas, Herrera fue enfático al descartar la posibilidad de implementar un “perdonazo” para las deudas tributarias. La postura del Gobierno Municipal de Montero es clara en cuanto a la necesidad de asegurar los ingresos fiscales mediante el cumplimiento estricto de las obligaciones tributarias, evitando así que los deudores puedan evadir sus responsabilidades sin consecuencias.
