Tal como habían advertido la semana pasada, el sector del transporte pesado decidió en una asamblea extraordinaria convocar a un paro de 72 horas con bloqueo de carreteras en todo el país, a partir de este miércoles. La medida busca presionar al gobierno para resolver la escasez de diésel y dólares, problemas que tienen en emergencia a varios sectores económicos.
Héctor Mercado, máximo representante del sector, manifestó que si sus demandas no son atendidas en 72 horas, los transportistas exigirán el adelanto de las elecciones. Esta resolución se tomó en una asamblea realizada en la ciudad de Sucre. Desde la semana anterior, la escasez de carburantes, especialmente diésel, ha recrudecido, afectando las operaciones de los transportistas, quienes deben hacer largas filas para obtener el producto.
Por su parte, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) aseguró que el suministro está garantizado y atribuyó los problemas de abastecimiento a factores ajenos a la estatal, como las inclemencias del tiempo que impiden el carguío de combustible desde Arica, Chile.
En un principio, el dirigente del transporte pesado, Tito Ríos, había confirmado que el paro sería indefinido, aunque garantizó el suministro de productos de primera necesidad para la población. “Mucha gente está muy desesperada por la situación económica que se está viviendo en el país”, añadió.
Héctor Mercado también informó que el sector pide la renuncia del presidente de YPFB, Armin Dorgathen, y del ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño. El dirigente advirtió que si no se encuentra una solución en el plazo establecido, las movilizaciones se volverán más radicales y se exigirá el adelanto de las elecciones.
