En un ampliado de la Central Obrera Boliviana (COB) celebrado en el municipio de Tupiza, Potosí, el presidente Luis Arce realizó una enérgica defensa de su familia ante las recientes acusaciones de presunta corrupción, mientras acusaba a la facción del evismo de “ahorcar” su gobierno y reafirmaba su capacidad para liderar el país. En su intervención, el mandatario dejó claro su compromiso con el pueblo boliviano y negó rotundamente cualquier implicación en actos corruptos.
Arce, visiblemente afectado por las acusaciones, expresó: “Nosotros no tenemos nada que ocultar, no mentimos, no robamos, no nos escapamos y solo trabajamos por el pueblo boliviano. Han tratado inclusive de involucrar a mi familia en casos de corrupción, pero todo eso es inventado”. Con estas palabras, el presidente buscó despejar cualquier duda sobre la integridad de su administración y la de sus seres cercanos.
El mandatario también aprovechó la oportunidad para señalar que su gobierno enfrenta una campaña de desestabilización promovida por intereses extranjeros. Según Arce, estos intereses utilizan a varios actores de la política nacional como “instrumentos” para desestabilizar al país. “Esos actores, no sé si sabiendo o sin darse cuenta, están haciendo el papel de marionetas, de títeres de los intereses extranjeros. Así se explica todo lo que hemos estado viviendo desde el primer día de nuestro gobierno”, afirmó.
Arce vinculó la actual crisis económica, caracterizada por la escasez de dólares, la falta de diésel y la presión inflacionaria, a una estrategia unificada para generar descontento social. “Aquí no hay dos o tres problemas, es un solo problema que ha sido orquestado para que entremos en una situación de convulsión ante la insatisfacción social”, dijo, rechazando las insinuaciones de que su gobierno es incapaz de gestionar la economía. El presidente sostuvo que, a pesar de los desafíos, su administración ha demostrado ser capaz de gobernar y de ofrecer soluciones estructurales a los problemas del país.
Durante su discurso, Arce lanzó duras críticas contra la “oposición interna” dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS), a la que acusó de buscar únicamente el “prorroguismo de un grupo de gente en el poder”, sin considerar a las organizaciones sociales, a quienes describió como las verdaderas propietarias del instrumento político. Arce señaló que esta facción, a la que se refirió como el evismo, es responsable de ahorcar la economía nacional, bloqueando la aprobación de más de mil millones de dólares en créditos en la Asamblea Legislativa.
Según el presidente, si estos créditos se hubiesen aprobado conforme a la planificación del Ministerio de Economía y el Banco Central de Bolivia, el país no estaría enfrentando los actuales problemas económicos. “La asfixia, el estrangulamiento, el objetivo de generar descontento en la población… han primado en la Asamblea Legislativa y ahí el evismo es el que está estrangulando, el que no permite que se aprueben los créditos”, denunció.
Arce acusó al evismo de intentar posicionarse como “el salvador” del país, cuando en realidad, según su versión, su gobierno ya está implementando la “salvación” mediante soluciones estructurales. “Se están desesperando por volver y por bloquearnos (…) solo por el capricho de ahorcar y asfixiar al gobierno nacional para instalar el discurso de que estamos manejando mal la economía”, enfatizó.
Finalmente, el presidente lamentó que se estén priorizando “intereses individuales y mezquinos” en detrimento del bienestar del país, lo que ha llevado a algunas regiones a enfrentar problemas como la falta de alimentos. “No tenemos nada que ocultar. Lo único que estamos haciendo es trabajar. Aquí nadie miente, nadie roba, ni mi familia roba. Todos venimos a trabajar porque tenemos un solo país. No nos vamos a escapar, aquí vivimos, aquí están nuestras familias y amigos, no podemos abandonar al pueblo”, concluyó Arce, reafirmando su compromiso de seguir gobernando con transparencia y en beneficio de la nación.
